El Covid-19 continuó siendo una amenaza de salud global. Más de 630 millones de personas han padecido la enfermedad y est calculado que han muerto más 6,5 millones de muertes (aunque el número real se ha estimado en más de 20 millones). Además, millones de pacientes con cáncer y encerrados crónicas han sufrido retrasos en su atención médica, y el Covid persiste sigue sin tratamiento definitivo, lo que supone una continua para los sobrevivientes. Por otra parte, el virus también sigue acumulando cambios que pueden en jorar su capacidad para evadir la inmunidad previa que el SARS-CoV-2, el virus que causó el Covid-19, sigue circulando entre nosotros.
Sin embargo, las estrategias para hacer frente a la pandemia en todo el mundo son muy diferentes. Mientras algunos gobiernos han pasado página y han normalizado la situación, gripalizado dicen algunos, otros, como China, mantiene su estrategia de Covid cero.
Ello ha hecho que más de 250 expertos de diferentes áreas y más de 100 países públicos tienen en “Nature” un estudio que ha confirmado que son absolutamente necesarios los esfuerzos y recursos específicos para salvar vidas. Más de 180 organizaciones de 72 países ya han respaldado las conclusiones de l’estudio, liderado por el Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal), centro impulado por la Fundación «la Caixa».
El documento, explicó a ABC Salud Jeffrey Lazarus, codirector del Programa de Infecciones Víricas y Bacterianas de ISGglobal y coordinador del estudio, que a pesar de loa grandes avances científicos y médicos, la respuesta global se ha visto por factores políticos, sociales y de Comportamiento más extensamente, como la falsa información, las dudas sobre las vacunas, la falta de coordinación global y la falta de distribución de equipos, vacunas y tratamientos. “Cada país ha respondido de forma diferente, y a menudo inadecuado, lo que se debe en parte a una considerable falta de coordinación y de objetivos claros”.
¿Cómo abordar la pandemia?
Lazarus y su equipo se llevaron a cabo a Delphi studio -una metodología de investigación bien establecida que animó a los expertos a obtener un consenso sobrio respuestas a preguntas de investigación complejas-. Un panel de 386 expertos de instituciones académicas, de salud, ONG, gubernamentales y de otro tipo, provenientes de 112 países y territorios, participó en tres rondas de consultas estructuradas. El resultado es una combinación de 41 declaraciones y 57 recomendaciones en sus principales áreas: comunicación, sistemas de salud, vacunación, prevención, tratamiento y atención, y desigualdades.
Mas alla de las vacunas
Nuestras propias recomendaciones que no pueden ser prioritarias según el estudio son: adoptar un enfoque de ‘toda la sociedad’ que involucre múltiples disciplinas, sectores y actores para evitar la fragmentación de los esfuerzos; Acciones de «todo el gobierno» (por ejemplo, coordinación entre ministros) para identificar, revisar y abordar la resiliencia de los sistemas de salud y hacerlos más sensibles a las necesidades de las personas, y mantener una estrategia «vacunas plus», que combine la vacunación con otras medidas de prevención estructural y de comportamiento, tratamientos, y medidas de apoyo económico.
Prueba Covid Archivo
Ninguno de nosotros está seguro hasta que todos estemos a salvo
La posible endemicidad no significa, no obstante, una menor gravedad de la enfermedad.
La financiación para desarrollar vacunas inmunogénicas de larga duración es esencial.
Se debe evaluar el impacto a largo plazo de la infección, llamado Long Covid.
Las vacunas son una herramienta eficaz, pero no pondrán fin por sí solas a la enfermedad como una amenaza para la salud pública ya que tiene limitaciones debido al escape inmunológico, la disminución de la inmunidad, el acceso desigual, la indecisión ante la vacunación y la ausencia de estratos de inmunización.
Es necesario un enfoque multifacético de vacunas de salud pública, que incluya pruebas, vigilancia, tratamiento, participación comunitaria e implementación de medidas como mascarillas, distanciamiento y cuarentena, etc.
La persistente demanda de sistemas de salud requiere proteger el bienestar físico y mental de los trabajadores de la salud.
Las autoridades de salud pública deben generar confianza en las comunicaciones basadas en evidencia.
Ninguno de nosotros está seguro hasta que todos estemos a salvo. Las equidades en la pandemia deben acabar.
“Algunas de las recomendaciones serán fáciles de implementar; no va a suponer un gran esfuerzo económico, pero sí un gran trabajo y esfuerzo. Por ejemplo, la comunicación entre organismos, ministerios, o con la comunidad para que todas las personas entiendan que es lo que tienen qué hacer”, reconoce Lazarus.
Cada país ha respondido de forma diferente, y a menudo inadecuado, lo que se debe en parte a una falta considerable de coordinación y de objetivos claros
Importante es, en su opinión, ir más allá de las vacunas. Por ejemplo, señala, “mientras que España ha hecho los deberes en cuanto a la vacunación, no ha sido así en otras medidas, como el uso de mascarillas, o en la ventilación de los espacios cerrados”.
Lazarus insiste en que muchos países sí implementaron la mayoría de las recomendaciones en su momento, pero el problema es que, como ha ocurrido en España, se han quitado demasiado pronto.
Mascarilla sí, pero no en la calle
Y también se recomiendan medidas ineficiencias, “como el uso de la mascarilla en la calle, en vez de mjorar la ventilación en los espacios cerrados, que es realmente dónde se transmite el virus”.
Mejor comunicación pública
Otras recomendaciones del panel sobre su comunicación de acción efectiva con el público, recuperando la confianza del público y fomentando la participación de las comunidades en la gestión de la respuesta a la pandemia, pero también desarrollar tecnologías (vacunas, terapias y servicios) que pueden llegar a las poblaciones diana.
Lázaro también llamó a la responsabilidad personal. “A nivel individual hay muchas recomendaciones: ser vigilante, si se está enfermo hay que ser responsable, usar mascarillas, no acudir al trabajo ni a espacios cerrados, si es posible, y acudir al médico para saber la carga real de Covid en cada país «.
Hasta donde sabemos, ningún otro estudio sobre la amenaza para la salud pública que presenta el Covid-19 ha hecho algo a esta escala
Las 57 recomendaciones están dirigidas a los gobiernos, los sistemas de salud, la industria y otros actores clave. “En la medida de lo posible, nuestros resultados hacen hincapié en recomendaciones de políticas sanitarias y sociales que se pueden implementar en meses, no en años, para ayudar a poner fin a esta amenaza para la salud pública”, afirma Quique Bassat, profesor ICREA en ISGlobal, coautor del estudio y miembro de la Universidad de Barcelona.
¿Qué novedades aporta este documento?
“Nuestro estudio se hace eco de algunas recomendaciones anteriores, como las del Grupo Independiente de Preparación y Respuesta ante una Pandemia y el Plan 2022 de la OMS sobre Preparación Estratégica -asegura Lazarus, también Profesor Asociado en la Universidad de Barcelona-, pero lo que porque este trabajo en conjunto es la gran cantidad de expertos consultados, la amplia representación geográfica y el diseño del estudio, que insiste en crear consenso e identificar las áreas de carencia”.
«Hasta donde sabemos, otro estudio sobre la amenaza para la salud pública qu’presenta el Covid-19 ha hecho algo a esta escalada», añade Lazarus, quien consideró que las recomendaciones resultan un modelo para definir respuestas a futuras emergencias sanitarias internacionales.