“La vida me paraliza, no sé cuándo voy a volver a trabajar”

“El persistente Covid me está paralizando la vida, me hubiera gustado saber cuándo iba a poder volver a trabajar”. Ingrid Robles ha estado viviendo con síntomas desde que se infectó por primera vez en marzo de 2020. Desde entonces, se ha infectado tres veces, la última en Navidad. Tu vida depende de cómo te levantas por la mañana. “No hay remisión como en otras enfermedades, ya que los síntomas cambian continuamente. Un día estás perfectamente bien y tres días después ni siquiera puedes levantarte por un vaso de agua”, dice Robles. Ella define este sentimiento como si alguien «apagase la batería».

Desde entonces ha tenido bronquitis, pericarditis, temblores en las extremidades, infecciones urinarias, faringitis, herpes, sensación de sequedad en los ojos, picor en las plantas de los pies…

y un sinfín de dolencias, aunque entre todas destaca el cansancio crónico o la astenia. «Creo que tuve todos los síntomas. Después del segundo y tercer contagio, mi Covid persistente se reactivó mucho. Noté que retrocedía en todo lo que había avanzado», explica la utilidad a ABC. Durante este período, volvió a trabajar en varias ocasiones, aunque actualmente está de baja por enfermedad.»Te sientes tan incomprendido que te obligas a ir a trabajar. Me llamaron la atención por no estar a tope y la verdad es que no hay proceso de adaptación, vuelves». porque te obligas”, dice.

Esta sintomatología también la conoce bien Sandra González, paciente de Covid de larga data desde septiembre de 2020. Lo que más destaca es que tiene «olores fantasma» durante todo el día. “Para mí todo huele a quemado, a tabaco oa humo de carro. Es muy asqueroso». Tenía más de 40 síntomas, incluido el deterioro neurológico, «No puedo leer un libro porque no lo sé». Lo que tiene claro es que después de pasar Ómicron, los síntomas que estaban «dormidos» reaparecido.

Del dolor de cabeza a la niebla mental

Por su parte, Lorenzo Armenteros, portavoz de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG), explica que estos pacientes pueden sufrir de media de 5 a 10 síntomas variados, entre ellos: cefaleas, astenia, disnea, anosmia, niebla cerebral, trastornos de dolor muscular o trastornos gastrointestinales. Desde la SEMG recuerdan que en ellos los síntomas persisten más allá de las 12 semanas desde el inicio de la enfermedad y que representan al menos el 10% de todos los infectados. Sobre todo, sigue afectando más a las mujeres en edad fértil, con una media de 43 años. Este perfil representa entre el 70 y el 80% de todas las condiciones”, dice el portavoz.

Sin embargo, Armenteros señala que el largo Covid no está interiorizado en gran parte del sector salud, alegando que se buscan diagnósticos diferenciales y solo cuando estos se agotan se empiezan a considerar. “Esa debería ser una de las cosas prioritarias en alguien que llega a la clínica y ha transmitido el virus”, dice. Además, precisa que el aumento de la enfermedad en niños es característico de esta última ola. “Antes veíamos casos aislados, apenas lo identificábamos, ahora representa entre el 1 y el 4% de los casos”, concluye.

Debido a esto, Ingrid está «perpleja» de que no está recibiendo ninguna guía para mejorar cuando recibe una llamada de su médico preguntándole sobre su condición. “Creo que el problema es que no saben cómo hacerlo porque hay poca información, no hay medidas para evitar que la enfermedad continúe una vez que estás infectado. Tienen que entender que cuanto antes nos recuperamos, antes nos recuperamos”. podemos hacer nuestro trabajo. Soy el primero que quiere trabajar, pero no puedo», concluye Robles.