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Ya no es un niño, ya sabe elegir, ya sabe decidir y es lo que ha hecho. La familia, como sucede en casi todas las familias, enredan, pero aquí solo deciden uno, el que juega, el que brilla, el que camina hacia el número uno mundial, un joven de 23 años llamado Kylian Mbappé. Que ha seleccionado su destino. Ancelotti lo esperaba en julio.
El chico quiere jugar en el Real Madrid, al que puede eliminar de la Champions el 9 de marzo si no hay goles del equipo español en el Bernabéu. Y sus padres se enredan.
El jugador decidió fichar por el Real Madrid desde que eligió a la abogada Delphine Verheyden, que le dijo que dónde se haría
grande en el fútbol. El sitio era club blanco. Este acuerdo entre Kylian Mbappé y la abogada se produjo hace dos años, cuando el joven dio un paso adelante para ser libre de sus deseos y no ceder la potestad a sus padres.
Kylian quiere venir al Real Madrid para hacer historia y ser leyenda del fútbol mundial; Wilfred y Fayza, sus padres, separados sentimentalmente, están unidos para quedarse en el PSG. A su padre le atrae el dinero. A su madre, el cariño de su barrio, el mundo árabe que le rodea, el anhelo por quedar bien con el club francés
Hasta ese momento era su padre, Wilfred, quien mandaba. Fue papá quien construyó el contrato con el PSG y rechazó la oferta del Real Madrid hace un lustro. Hoy, Wilfred prefiere el dinero multimillonario que la ofrece el equipo parisino. Siempre anticipó el aspecto económico a la apuesta deportiva, que es lo que seduce a su hijo.
Su madre, Fayza Lamari, que está sentimentalmente está parada de Wilfred, también quiere el dinero del Paris Saint-Germain, siente afinidad con la sociedad árabe que apoya al club, quiere al barrio donde vive, Bondy, y no desea que su hijo se marcha Pero el que manda es su hijo. La firma que tiene la potestad, la única que vale, es la de Kylian. Ni Faiza ni Wilfred tienen ya poderes.
Fayza y Wilfred, que están separados, sí van unidos en este asunto. Prefer quedarse en el PSG por cariño con el club, porque continuarían viviendo en su zona y porque les dan mucho más dinero. Pero el futbolista supo salirse del control de la familia y mirar mucho más alto.
Verheyden le dijo muy claro que el futuro estaba en el Real Madrid porque podría ser uno de los más grandes futbolistas del mundo y desde entonces transita ese camino, mientras los padres no hace más que recibir ofertas multimillonarias.
Hoy en día, Kylian Mbappé es independiente y su firma vale un contrato, no como sucedió hace cinco años cuando dejaba que la rúbrica de su padre era ley. Todo ha cambiado. Su padre y su madre solo ven en el árbol, quedarse y ganar una cantidad escandalosa. Kylian atisba el bosque, el porvenir a largo plazo. Hacer historia.
