La reforma integral del Port Olímpic de Barcelona estará lista para la Copa América de Vela, a la que la capital catalana aspira en verano de 2024. del evento deportivo.
Así lo ha explicado el teniente de alcaldía de Barcelona, Jaume Collboni, en una reunión con la directora general de Barcelona de Serveis Municipals (B:SM), Marta Labata, y el presidente del Gremi de Restauració, Roger Pallarols. El responsable municipal ha anunciado que se invertirán 15,9 millones de euros en la rehabilitación integral del Moll de Gregal, de forma que se revisará la actual zona de rehabilitación.
Tras las obras, el ‘Balcó Gastronòmic del Port Olímpic’ (nombre que recibe el proyecto), será un ‘hub gastronómico’ con 11 restaurantes y tres ‘espacios gourmet’ que ofrecen –a diferencia de lo que puede encontrarse hoy en día– una cocina mediterránea y de calidad que, según afirma Collboni, “reconcilie a la ciudadanía” con esta zona de la urbe que fue construida hace 30 años para los Juegos Olímpicos, pero que desde entonces se ha llenado de locales de ocio nocturno que “repelen a los vecinos”.
Imagen renderizada de uno de los 11 restaurantes del Moll por Gregal B:SM
Un nuevo puerto contra tres ejes
En total, se prevé que actúe una superficie de más de 24.000 metros cuadrados (8.000 de ellos dedicados a la restauración y al restaurante del paseo). Desde el Ayuntamiento tildan la obra como “la operación más importante de la década en lo que a oferta gastronómica se refiere”.
En cuanto a la reforma estructural del Puerto, Labata ha explicado que las obras comenzarán en 2020 y que la nueva instalación se centrará en tres áreas: la ‘economía azul’, la actividad náutica y la gastronomía. “Queremos que hay un gran cambio de concepto del Port Olímpic”, ha dicho el director de B:SM, que ha explicado que la zona de restaurantes estará cubierta por una gran pérgola solar qu’otará de luz a los comercios.
Renderizado de los nuevos accesos desde la playa de la Nova Icària B:SM
El paseo del muelle será un voladizo sobrio el agua que dará a la playa de la Nova Icària, para que los comensales sientan que están comiendo en medio del mar. Collboni ha comentado que, en lo que a los nuevos edificios se refiere, “ Espero que pronto el puerto sea irreconocible”. Los restaurantes serán de estilo minimalista, con una arquitectura adaptada a la post pandemia que se caracteriza por sus interiores diáfanos y espacios holgados rebosantes de luz y de ventilación.
Desde el Ayuntamiento, sin embargo, buscan que la remodelación del Port Olímpic no sea solo estructural sino de carácter. Es por eso que, aparte de la unión definitiva entre la ciudadanía de Barcelona con el mar, esperan poder salvar los empleos de los trabajadores actuales de la zona. Por eso, se espera que la elección de los futuros restaurantes se produzca en medio de un concurso público que se iniciará a pasado este verano y el Consistorio se ha comprometido a mantener todos los puestos de trabajo mediante una subrogación de las plantillas.
