La realidad paralela de Alcaraz y Sinner

Perdía en la primera ronda del Masters 1.000 de Canadá y admitía la causa: “Por primera vez no he sido capaz de soportar y controlar la presión”. Era Carlos Alcaraz, que no se olviden sus 19 años, quien pronunció estas palabras. Una frase que esconde una virtud: admitió el error, asumió dónde está el problema, ya se está en el camino de ponerle solución. Ya dio un pasito más en Cincinnati, apretada derrota en cuartos, contra Cameron Norrie (7-6 (4), 6-7 (4) y 6-4), elevado el ánimo para el examen de verdad: el US Open. Que esconde doble premio porque el murciano, Rafa Nadal, Stefanos Tsitsipas, Casper Ruud y Daniil Medvedev podrían salir como número 1 el 11 de septiembre. Es cabeza de cartel en Nueva York, en la lista, como tercera cabeza de serie, y en el póster promocional. Un reclamo de los grandes en un torneo que abraza el tenis y el espectáculo, el mejor escenario para que Alcaraz disfrute y haga disfrutar. Aquí, justo hace un año, todavía 55 del mundo, se presentó al planeta tennis. Con 18 años, sin miedo, con la muñeca llena de diabluras y encantado con el público, y viceversa, diseñó uno de esos partidos que todavía se recuerdan, una victoria en tercera ronda contra Stefanos Tsitsipas que tuvo cinco horas de puntos de vértigo (6 -3, 4-6, 7-6 (2), 0-6 y 7-6 (5)). Pagó el esfuerzo en cuartos, donde tuvo que retirarse contra Felix Auger-Aliassime (6-3, 3-1). Ya no es aquel, sino un jugador mucho más evolucionado y completo. Creciendo cada día en las recien estrenadas experiencias. In a pieza más en la construcción de su madurez, listen ya que los rivales no siempre están al otro lado de la red. “Escuchó lo que pasó en Montreal. En primeras rondas tienes que luchar contra sus rivales y también contra ti mismo”. Porque hasta el momento, todo había ido de fábula. Tremenda sur irrupción en este 2022 en el que ganó el tirón cuatro cada vez más grandes títulos: ATP 500 de Río y Barcelona, ​​Masters 1.000 de Miami y Madrid. Con el extra de ganar a Nadal y a Djokovic, en días consecutivos, en la Caja Mágica. Un salto a las alturas tan grande que empezó a colarse el vértigo. La primera pista, en Roland Garros, incapaz de sacar su mejor tenis, atorado ante Alexander Zverev en cuartos. Noticia Relacionada Tenis estandar Si Moderna, patrocinios, puntos y premios: secuelas del no de Djokovic a la vacunación Laura Marta El serbio se ha perdido los Grand Slams de Australia y US Open, además de los Masters 1.000 de Indian Wells, Miami, Canadá y Cincinnati Sería una osadía decir que esos cuartos ante el alemán fueron un mal resultado. O que perder en octavos de Wimbledon contra Jannik Sinner fuera otro traspié. O que dos consecutivas finales (Hamburgo, derrota ante Lorenzo Musetti, y Umag, otra vez ante Sinner) supongan un paso atrás en su carrera. Tiene 19 años y es cuatro del mundo. Son pasos en su aprendizaje que ahora verbaliza sin miedo: la presión. La que solo tienen los que estan arriba. Apparcado el mental rival, hay otro que sobresale y que augura una buena rivalidad para el futuro: Jannik Sinner. Quién sabe si será tan longeva como la de Nadal y Federer (desde 2004) o con tantos capítulos como la de Nadal y Djokovic (59). Pero ya se observó que será competida, un espectáculo cada vez que ambos saltan a la pista, y eso que solo han sido tres en el circuito profesional. Se entiende porque uno tiene 19 años y el otro 20. Se entiende porque uno apenas ha jugado un centenar de partidos ATP (77 victorias y 27 derrotas para el español), y el otro tampoco llega a doscientos (117-54 para el italiano) . Jannik Sinner AFP Caminan en paralelo en estos ilusionantes comienzos de sus carreras. Cuatro títulos Alcaraz; seis Sinner, de menos categoría (Sofía 2020, Melbourne, Washington, Sofía, Antwerp en 2021 y Umag 2022) y una final de Masters 1.000, en Miami 2021. Estilos similares en su puesta en escena: tenis rápido, ágil, potente pero con mano, cada vez más tablas en las citas importantes: cuartos del US Open 2021 para el español, cuartos de Wimbledon, Australia este curso y Roland Garros 2020 y 2022 para el italiano. Partidos para el recuerdo para los dos: victorias de Alcaraz ante Nadal y Djokovic; llevaría a cabo cinco sets al serbio en Wimbledon, Sinner. In ambición también marchan parecidos. Pero son únicos en sus maneras: Alcaraz mean de maravilla con el público, a Sinner le cuesta más sacar las emociones. Únicos también por sus orígenes. El español es casi una apuesta personal de Juan Carlos Ferrero, mientras que el italiano es fruit de un programa nacional de promoción del tenis, que apuesta por albergar muchos torneos futures y challenger para minimizar el coste de las carreras de los talents y también torneos important como la Copa de Maestros y televisar el mayor número posible de torneos en la televisión pública. Como resultado: Sinner, Berrettini, Sonego y Musetti. Bestia negra, por ahora “Tengo pesadillas con los jugadores italianos”, bromeaba el español. Por ahora, es Sinner quien ha tomado ventaja en el cara a cara. Si Alcaraz ganó en primera ronda, en el Masters 1.000 de París 2021 (7-6(1) y 7-5); es el italiano quien lo apartó de Wimbledon en octavos (6-1, 6-4, 6-7 (8) y 6-3) y lo dejó sin revalidar su corona en Umag en julio (6-7 (5), 6 -1 y 6-1). “Empezó a jugar a gran nivel, y yo empecé a perder muchas bolas, menos agresivo. No sabía qué hacer contra él», admitió tras esa derrota en Croacia. MÁS INFORMACIÓN notificó No Badosa y Muguruza, a reverdecer en Nueva York notificó Si Campeones que nadie esperaba Será cuestión de aprender. Porque el duelo se observó de los duraderos. Es consciente de ambos. “Jugaremos más batallas en el futuro. Con grandes partidos en grandes estadios, peleando por grandes torneos. Todavia somos jovenes. Tenemos una rivalidad muy positiva, él me va a hacer mejor jugador», concedió el español tras su último enfrentamiento. “Cada uno tiene su propio camino, pero los dos somos buenos tenistas y buenas personas. ¿Una rivalidad como la de Nadal y Federer? Ojalá. Somos jóvenes, pero jugamos un tenis increíble y cuando nos enfrentamos aumentamos el nivel al máximo”, completó el italiano. Amigos fuera de la pista, rivales dentro. En Nueva York podrían cruzarse en cuartos. El tenis del futuro está en sus manos.