El control de la ciurculación de los vehículos por carreteras y calles suele recaer en la Dirección General de Tráfico (DGT) en España, pero, si nos centramos en cada ciudad o pueblo, esta competencia también implica a los ayuntamientos, que supervisan sobre todo lo que ocurre en el casco urbano, más que en las carreteras de las afueras.
Así, desde el Ayuntamiento de Madrid, la zona SER (Servicio de Estacionamiento Regulado) y las zonas de bajas emisiones, han significado un endurecimiento de las normas de circulación y aparcamiento, lo cual ha contribuido a que casi la mitad de las multas de España en esta zona se han impuesto en la capital durante el año pasado.
En términos más concretos, en 2022 la ciudad de Madrid recaudó casi 200 millones de euros en muchos tirajes, siendo 440 millones de euros lo recaudado en total por la DGT en el mismo tramo temporal. Además de las zonas SER y las limitaciones de circulación por las emisiones contaminantes de los vehículos, existen otros recursos de la capital que el ayudante ha captado en forma de infracciones de tránsito que son más eficientes.
Una de las más destacadas se llama ‘Multacar’, y es coche destinado a controlar las zonas SER y la circulación, que puede poner hasta 25 multas por minuto. Esto es gracias a las cámaras de gran calidad y el sistema informático de gran precisión que corporan los vehículos, con las cuales se captan todo tipo de infracciones, como los coches aparcados sin ticket o el exceso de velocidad, así lo explican desde la web de Sacyr:
«Facilita la detección de todos aquellos vehículos que presenten algún tipo de incidencia: robados, sin seguro, sin ITV o buscados por cualquier otro motivo». “Lee un 300% más matrículas que un controlador de a pie”. “Ayuda a la disciplina vial porque capture imágenes de los vehículos que están mal aparcados, que circulan por el carril bus o invaden aceras”.
La forma de poner las multas pasa por un sistema en el que las cámaras de 360º detectan infracciones y se las mandan al copiloto de dicho vehículo, el cual las recibe mediante una tableta. Así, los conductores pueden abrir un expediente sancionador, del que después se tramita una multa, ya que según ‘El Debate’, estos trabajdores no tienen potestad para multar, como ocurre con policías.
