La Familia Real presenta un nuevo posado veraniego al son de Chopin

Cinco kilómetros separan el Palacio de Marivent de la Cartuja de Valldemossa, en la Sierra de Tramuntana de Mallorca. Ubicado a más de 400 metros de altura, este conjunto monumental, reconocido como Bien de Interés Cultural y patrimonio histórico, se convirtió en el escenario ideal para los Reyes y sus hijas para su primera salida pública desde que comenzaron sus vacaciones en la isla. La Familia Real llegó en dos coches al municipio mallorquín de Valldemossa. Eran las siete y media de la tarde, el sol ya había caído y el termómetro marcaba 29 grades. Una temperatura que el Rey celebró nada más llegó a los jardines de la Cartuja, pues suponía cuatro grados menos de los que había en Cala Mayor cuando salió por la tarde de su residencia oficial. Don Felipe y Doña Letizia bajaron del primer coche, conducido por el Rey. Siguieron la Princesa Leonor y la Infanta Sofía. La Reina volvió a tener un guiño con la moda mallorquina y lució una falda del diseñador Pablo Erroz, confeccionada en exclusiva para ella con un dibujo de lenguas. MÁS INFORMACIÓN galeria No Las imágenes de los Reyes en Mallorca La catedrática de Historia del Arte Concepción Bauzá guio a la Familia Real por la Cartuja. Acompañaron en la comisión a la presidenta de Islas Baleares, Francina Armengol; la delegación de Gobierno, Aina Calvo; el alcalde de la localidad, Nadal Torres; y el presidente del parlamento balear, Vicenç Thomàs. La Cartuja de Valldemossa tiene su origen en 1309, cuando Jaime II mandó construir en esta localidad un palacio para su rey Sancho I de Mallorca, que padecía de asma. Precisamente las condiciones de este paraje -tanto por temperatura como por humedad- fueron determinantes para la construcción de la residencia, es que favorecen la reducción de los síntomas de la enfermedad que tenía su hijo. Tiempo después, este Real Sitio cayó en disuso y fue cedido a unos monjes cartujos, que los jardines para su suelo y construyeron una iglesia y un claustro, además de la capilla, la biblioteca, la sala de audiencias. También los dormitorios, que son celdas conocidas de la Cartuja de Valldemossa. La Familia Real, en la Cartuja de Valldemossa EFE Con ​​la desamortización de Mendizábal en 1835, como en la Cartuja había menos de doce monjes, pasó a manos privadas. En la actualidad, el inmueble pertenece al ayuntamiento, la iglesia y particulares, ya que en su día muchas familias de Mallorca compraron celdas del monasterio que a día de hoy siguen conservando. De hecho, los Reyes y sus hijas, después de visitar en Museo Municipal –que acoge una sección dedicada a la antigua Imprenta Guasp, la sala del Archiduque Luis Salvador, la pinacoteca ‘La Serra de Tramuntana’ y una colección de arte contemporáneo– entraron en la celda que era propiedad de la familia de Jaime Carvajal, esposo de Xandra Falcó y amigo íntimo de Don Felipe, quien cayó durante la pandemia. El siguiente punto de la visita fue la celda número 4, llena de recuerdos de la estancia del músico Frédéric Chopin y la escritora George Sand el invierno del año 1838-1839. Chopin compuso allí sus Preludios Op. 28 y Sand escribió ‘Un invierno en Mallorca’. Al salir, Don Felipe registró que él y la Reina estuvieron en la Cartuja en 2005, durante la visita oficial que realizó a todas las islas. Ese verano, Doña Letizia estaba embarazada de la Princesa Leonor. En la Cartuja también pasaron temporadas otros personajes como Jovellanos –que estuvo confinado en Valldemossa por cuestiones políticas–, Rubén Darío, Miguel de Unamuno, Azorín y Santiago Rusiñol, entre otros. Uno de los momentos más especiales de la visita a Valldemossa se produjo en la antigua residencia real de Sancho I de Mallorca, cuando la Familia Real escuchó un recital de piano de Chopin, donde no faltó La Polonesa. Para finalizar la visita cultural, los Reyes y sus hijas recorrieron las calles de Valldemossa, donde más de mil personas aplaudieron a su paso. Los cuatro se mostraron muy cercanos. Saludamos a todos los pueblos de la ciudad, nos hacemos selfies y vídeos y respondemos con todos los gestos a la vida de los Reyes, de la Reina y de la Princesa y la Infanta.