La cirujana espontánea que salvó la vida al torero Diosleguarde: “La herida fue como la de Manolete”

Cuando el domingo el diestro salmantino Manuel Diosleguarde (Salamanca 1999) quedó brillando durante interminables segmentos del pitón de un toro de Cebada Gago, al entrar a matar en el sexto de la tarde, la plaza de Cuéllar (Segovia) gritó y enmudeció casi al instante ante la terrorífica cogida. Una cornada en el muslo derecho partió de manera completa la arteria y la vena femoral y provocó grandes destrucciones en la pierna derecha del diester salmantino. La rápida intervención de la doctora Marta Pérez López y su equipo enfermería del coso segoviano evitó un trágico desenlace al conseguir cortar la hemorragia y estabilizar al herido para ser latraslado, y entubado, al Hospital Clínico de Valladolid donde fue intervenido durante casi seis horas. Ayer, like during todas las jornadas en las que Cuéllar celebra sus fiestas patronales, waited a los heridos del encierro (el más antiguo de España) y, después, estuvo al frente de la enfermería. Allí, en un completo equipado y quirófano, recuerda con ABC la tarde del domingo en la que, con cinco sanitarios más, salvó la vida de Diosleguarde. “Llegó con mucho dolor. No dio tiempo a que hable. Tenía una cornada muy grave que levó el paquete vascular con el destrozo correspondiente”, recordó. “Hubo que hacer una anestesia general, entubar y operar”. Pronóstico: muy grave. “Cuando se lesiona el haz vascular femoral, lo que tarde en vaciarse cinco litros de sangre, eso es lo que tarda en morir un paciente”, explicó. Esta doctora vallisoletana ‘ha toreado’ ya en plazas similares (Tordesillas, Peñafiel, Medina del Campo, La Granja…) aunque reconoce que nunca se había enfrentado a una situación tan crítica. Sin embargo, no hubo nervios ni tensión sino todo lo contrario porque “mi único pensamiento estaba en la operación, sólo pendiente de ver la hemorragia y atajarla” y no en que la vida del diestro se les podía escapar de las manos. “No tienes tiempo en entretenerte y pensar qué es lo que puede pasar, sólo en contrar los vasos”. Y es qu’if a Manuel Diosleguarde no logramos ligarle el paquete vascular no llega ni a Valladolid ni a la siguiente salida de Cuéllar porque es una lesión que con compresión no cede la hemorragia”. Pero lo lograron y fue, insiste, gracias a un completo equipo de seis personas: cirujano, médico general, enfermero, traumatólogo, anestesista y conductor. Todos ellos velan cada jornada por los participantes en el encierro, primero, y por la corrida de toros, después. Un equipo médico y técnico que “no es lo habitual reconoce la cirujana, “pero es lo que deberíamos buscar en todas las plazas en las que hay toros grandes, festivales mixtos, encierros de toros…Entre todos, médicos, ayuntamientos , empresarios, deberíamos procurar que haya medios para atender”. Es más, Marta Pérez advierte que cuando se comprometa a trabajar en este tipo de festejos “lo hago con las garantías de que puedo hacer mi trabajo en las mejores condiciones”. En este caso, es el Ayuntamiento de Cuéllar el que contrató el equipo médico y el montaje del quirófano en el centro penitenciario, que correspondía a un cargamento de Ambulancias Enrique. Finalmente, sentencia la cirujana, que Diosleguarde sigue con vida gracias a que contó con todos los medios humanos y técnicos que requerían la gravedad de la cornada. Hace 75 años La cogida del dietro salmantino grabó a muchos la que, precisamente, un 28 de agosto en la plaza de toros de Linares pero hace 75 años, cuando el miura Islero clavó su pitón en la pierna de Manolete, también al enter a matar , propinándole una cornada que acabó con su vida. “Sí, la herida fue muy parecida a la de Manolete”, confirmó Marta Pérez pero la gran diferencia entre una y otra está “en las condiciones que las rodean”. “Si Manolete hubiera estado en una plaza como esta, hubiera tenido alguna opción, pero si no hay equipo médico, no hay ninguna”. Cirujana en el Complejo Asistencial de Zamora, Marta Pérez documentó su actividad en el centro con la asistencia en los festejos taurinos, sobrio todo los populares. Por eso, lamenta que en la Sociedad de Cirugía Taurina, de la que no es miembro, se ocupen casi en exclusiva de las corridas de toros cuando “en nuestra tierra, hay mucho festejo popular y en las sociedades esto lo desprecian un poco, algo con lo que no estoy de acuerdo”, entre otras cosas por que “los percances pueden tener, incluso, mucha más gravedad y los medios de los que se disponen son inferiores”. De ahí que clame ante las administraciones por “tener un poquito de sentido común” y cambiar la legislación actual. “No puede ser que en los cortes, por ejemplo, no se requiera una UCI a la puerta de la plaza y que con dos ambulancias convencionales baste”. O que en un encierro de novillos solo haya una ambulancia no medicalizada o que las enfermerías no estén dotadas con suficiente personal, advierta. El lunes, la primera ovación de la tarde de la plaza de Toros de Cuéllar fue para Marta Pérez y su equipo. La cirujana pudo hablar con un miembro de la cuadrilla del dietro que confirmó que está muy bien, despierto y con la idea de que “eso se recuperará”.