José Luis Restán: No podemos hablar así

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La conversación entre el Papa y el patriarca de Moscú reveló que Francisco no estaba de acuerdo con las evidentes discrepancias que había manifestado tras la invasión de Ucrania e intentó enviar a Kirill un mensaje concorde al pueblo de Dios, en Rusia, en Ucrania y en todo el mundo Este empeño corresponde probablemente al oficio del Sucesor de Pedro.

Francisco y Kirill han acordado que “la Iglesia no debe usar el lenguaje de la política, sino el lenguaje de Jesús”, y eso implica unir esfuerzos para alcanzar la paz, para ayudar a quienes sufren y para lograr que llamen las armas. El Papa puso el foco en las víctimas inocentes: los niños, las mujeres, los refugiados

la gente que está muriendo bajo las bombas.

Conocemos, porque lo ha revelado la Santa Sede, las palabras exactas pronunciadas por Francisco sobre el núcleo más espinoso de la cuestión: “En tiempos, se habló también en nuestras Iglesias de guerra santa o de guerra justa, le ha dicho Francisco a Kirill; hoy no podemos hablar así… las guerras son siempre injustas, quien paga es el pueblo de Dios”. His fuertes palabras y nítidas, a las que no sabemos qué ha contestado el jefe de la Iglesia Ortodoxa Rusa, que había justificado la agresión con argumentos cuasi religiosos.

En todo caso, es un gran bien para todos (ortodoxos y católicos, rusos y ucranianos) que haya producido esta conversación, y que en ella haya resonado sin equívocos la palabra clara del Evangelio: la misión de las Iglesias en esta tragedia es acelerar la paz, que solo puede fundarse en la verdad y en la justicia.