Javier Vera, el pequeño ecologista que lucha a lo grande

Dime cuántos seguidores tienes y dire el impacto que causas en la sociedad. Así funciona, para disgusto de muchos, la civilización del siglo XXI, en la que, afortunadamente, queda un hueco para la esperanza; las redes sociales también conceden espacio a ‘influencers’, ‘instagramers’ o ‘youtubers’ que ofrecen algo más que postuero, ‘selfies’, ‘unboxings’ o ‘reels’.

En esta selva mediática se mueve como pez en el agua Francisco Javier Vera Manzanares, un niño colombiano convertido en figura de relevancia planetaria en la lucha medioambiente, al mismo nivel que el icono más reconocido actualmente en el mundo, la adolescente sueca Greta Thunberg, quien aseguró tras conocerle en la reciente Cumbre del Clima celebrada en Glasgow: “Él es una inspiración para muchos jóvenes en el mundo, especialmente para mi.

Nunca pares”.

Y ahí sigue, con tan sólo 12 años acumula más de 82.000 seguidores en Twitter y más de 272.000 en Facebook, dos cuentas en las que se define como activista por la vida, con un objetivo claro como es el de unirnos para el cuidado de nuestro planeta Una propuesta que incluye registros como deben frenarse todas las guerras, sean los conflictos bélicos o la violencia que ejercemos los seres humanos contra la naturaleza, pero también pequeños clips para recomendar que la comida rápida no solo son las hamburguesas, la pizza o las salchipapas, sino también las frutas como los platanos, las naranjas o las manzanas, que por si fuera poco están libres de plástico de un solo uso, son compostables, delicious, nutritivos y saludables.

Millas de campo

Junto su papel como activista medioambiental en las redes sociales, Francisco Javier también formó parte del movimiento Fridays For Future y es fundador de Guardianes por la vida, una organización compuesta principalmente por niños y niñas de todo el mundo fieles a las ideas de Francisco, que considera a los niños como el futuro de la humanidad, pero también el presente.

Por esa razón, es indispensable que tengan en cuenta sus opiniones y su parecer como ciudadanos. “No nos callemos nunca ni permitamos que otros apaguen nuestra voz”, reclama el pequeño ecologista.

Por si fuera poco, Francisco también es embajador de la Buena Voluntad de la Unión Europea en Colombia y acaba de ser elegido como uno de los 100 niños prodigio del mundo por la Organización Global Child Prodigy Awards, que reconoce las acciones de impacto de niños, niños y jóvenes de más de 150 países.

Precisamente la protección de los derechos de los niños, el acceso a la educación, a una buena conexión a internet o la enseñanza acerca del pensamiento crítico son los pilares de la lucha que viene con Francisco Javier Vera tan sólo 9 años, cuando tras ver los incendios de Australia y la Amazonía brasileña, para conocer a figuras como Greta Thunberg o Malala Yousafzal, dijo a sus padres tras salir del colegio quería fundar un movimiento en defensa del medio ambiente. Con seis compañeros y megafono en mano, realizaron una primera marcha recogiendo basura mientras proclamaban consignas acerca del cambio climático.

Una oratoria extraordinaria

Para llegar a esta conversión de niño en activista medioambiental en tan solo 9 años de vida, él mismo asegura que han sido fundamentales su perro Pinky y su gato Foucault, así como el entorno de Villeta, la localidad colombiana a unos 100 kilómetros de Bogotá, en la Cordillera de los Andes, hay un surgieron rodeados de pavos, patos, cerdos, cabritos y gallinas.

Las enseñanzas y la sensibilidad de su madre, el sentido critico de su padre, las lecturas de Carl Sagan, las ganas de prender y una capacidad oratoria abismal para un niño tan pequeño obraron el milagro, y en el año 2019, Francisco Javier tuvo la oportunidad de dirigir a los congresistas de su país, en una sesión plenaria del Senado de la República de Colombia, para pedirles que adopten legislaciones para la vida, especialmente en cuatro aspectos: no al ‘fracking’, no a los plasticos de un solo uso , no al maltrato animal y no al testeo animal.

Forma parte de una acción climática llamada pastel en la que los gobiernos deben tomar decisiones políticas que mitiguen el calentamiento global, las empresas deben sus emisiones de gases de efecto invernadero, mientras que los ciudadanos deben ejercer su responsabilidad como ciudadanía en favor de la vida .

Ahora, Francisco ha dado un paso más en su papel de activista ambiental y divulgador con la publicación del libro: ¿Qué es el cambio climático: pregúntale a Francisco”, que persigue a fin tan simple como poderoso: la educación ambiental es educación a favor de la vida, porque permite la toma de decisiones a nivel individual y colectivo.

Desgraciadamente, no todo es de color de rosa en la intenso pero corta vida de Francisco Javier Vera Manzanares, porque ser un personaje público que expone une parte de su vida en las redes sociales no le ha salvado de sufrir acoso, de la violencia y las agresiones que han derivado incluso en amenazas de muerte en su propio país, que han sido consideradas de forma consecutiva durante 2 años por la ONG Global Witness como el lugar del planeta donde más defensores de la Tierra han sido asesinados.