Irán se ensaña con los kurdos y ya son más de 5.000 desaparecidos

La represión contra los manifestantes en Irán ha entrado en una nueva fase, más peligrosa y décontrolada. El uso en las zonas kurdas de la Guardia Revolucionaria, la rama de las Fuerzas Armadas de Irán creada para proteger el sistema teocrático de la República Islámica, ha aumentado la escalada de violencia en la región y ya tiene un número creciente de muertos.

A pesar de las dificultades en las comunicaciones, con los frecuentes cortes de internet, como el pasado lunes, los activistas están denunciando el recrudecimiento de la represión por parte del régimen jomeinista en las regiones kurdas de Irán. Estos mismos activistas acusan a las fuerzas policiales de desplegar helicópteros y armas pesadas. Los videos que circulan por las redes muestran cómo las autoridades están ampliando los ataques en esta área. Las imágenes muestran decenas de personas corriendo, intentando protegerse de los tiroteos intensos.

En este video se pueden apreciar algunas tomas y abandonos en la calle. Las cifras que esta escalada de violencia está dejando son dramáticas. El grupo de derechos humanos, Hengaw, con sede en Noruega, es la organización que se ha encargado de monitorear los abusos del régimen en el Kurdistán iraní. En su publicación de Twitter, publicó sus imágenes semanales de lo que, aseguran, sus fuerzas estatales se dirigieron a las ciudades de Bukan, Mahabad y Javanroud en la provincia de Azerbaiyán Occidental, dando según las activistas de rechos humanos consultadas por ABC, “existen evidencias de que el Gobierno de Irán está cometiendo crímenes de guerra”.

Desde el inicio de las protestas el pasado 16 de septiembre, más de 5.000 personas están desaparecidas y al menos 111 han muerto a manos de las fuerzas estatales, entre ellos 14 niños, certificó Hengaw.

Torturas y allanamientos

Varios informes de esta organización han puesto de manifiesto las formas de represión que las fuerzas del Gobierno irán están llevando a cabo: forma sistemática”, denuncian desde Hengaw.

Poco se sabe de las personas desaparecidas, por qué se las llevaron oa dónde. No han podido tener contacto con sus familias o con sus abogados, “pero lo que sí sabemos con certeza es que se encuentran en la situación más horrible y que están contraviniendo las torturas más brutales”, comentó el portavoz de la organización Awyar.

Según esta organización, al menos existe conocimiento de seis casos de tortura que han terminado en el fallecimiento de los detenidos. La brutalidad de la Guardia Revolucionaria contra los manifestantes quedó advertida en los detalles relatados por los médicos y familiares de los desaparecidos. “En la mayoría de los casos, estas personas fueron golpeadas con objetos pesados, sobre todo con porras en la cabeza. Han aparecido con todos los huesos rotos”, cuentan.

El aviso de las autoridades iraníes en las zonas kurdas no es algo nuevo. Esta región, donde viven cuatro millones de personas, limita con Turquía e Irak y “tiene una gran historia de resistencia contra la República Islámica”, apunta Awyar, una joven activista iraní que vive refugiada en Noruega. “Desde el primer día de su gobierno y tras la revolución de 1979, el Kurdistán siempre se opuso al régimen y el Gobierno declaró la guerra contra los kurdos”, recuerda la activista.

Por su parte, fuentes de la Guardia Revolucionaria, aseguraron ayer que seguirán sus bombardeos y ataques con drones contre grupos Kurdos en la región semiautonoma del Kurdistán iraquí hasta “eliminar” la amenaza que suponen, en medio de las críticas de Irak por violaciones de su soberanía en estas operaciones, según recogía la agencia iraní de noticias Tasnim. Sumada tiene esta histórica rivalidad entre las zonas kurdas y el Gobierno de Teherán, el origen de esta protesta fue en la ciudad de Saqqez, en el Kurdistán iraní, de la que era la joven Kurda Mahsa Amini.

Fue la muerte de Amini mientras estaba bajo custodia de la Policía de la Moralidad por no llevar bien puesto el hiyab, lo que rara vez dijeran basta y salieran a las calles a protestar bajo lemas como “Mujer, libertad y vida” o “ Muerte al dictador”.

Clima político y social

Las autoridades iraníes han luchado para sofocar el movimiento de protesta, que desde el principio desafió el velo obligatorio para las mujeres. Pero ahora han dado un paso más y ya piden un cambio social y político en todos los estamentos del Estado iraní. El liderazgo del ayatolá Alí Jamenei está enfrentando a su mayor defio des de la Revolución Islámica de 1979, con dos meses de manifestaciones violentas, que se han extendido por todo el país.

Las fuerzas iraníes han respondido con una represión que, según el grupo Iran Human Rights, con sede en Oslo, ha dejado al menos 342 muertos, media docena de personas ya sentenciada a más de 15,000 arrestados. Amnistía Internacional y Human Rights Watch exigieron ayer a los estados miembros del Consejo de Derechos Humanos de la ONU que establezcan “con urgencia” un mecanismo de investigación y restitución de cuentas en Irán para hacer frente “al alarmante aumento de los homicidios y violaciones de los derechos humanos”.