invertir en soberanía nacional, bajar los impuestos y trabajar más

Candidato a su reelección como presidente de la República Francesa para el primer mes de abril, Emmanuel Macron presentó un ambicioso programa que se basaba en unos principios: invertir 50.000 millones de euros anuales, durante un quinquenio, en la independencia nacional y la soberanía. , bajar los impuestos a las familias y las empresas en 15.000 millones de euros, y consolidar la unidad nacional trabajando más y reforzando la solidaridad.

Si es reelegido presidente, como pronostica masivamente todas las investigaciones, Macron propone fortalecer la independencia y la soberanía de Francia con inversiones «masivas» en cuatro sectores: defensa, agricultura e industria, energía, cultura e información.

El candidato/presidente anunció la inversión de 50.000 millones de euros en nuevas familias de armamento, aumentando la capacidad de intervención en conflictos híbridos.

Macron desea “generalizar” el servicio nacional y universal “con el fin de reembolsar el pacto esencial entre nuestros ejércitos y la nación”.

En serio, Macron ponderó una inversión de 30.000 millones de euros para reforzar la capacidad industrial de Francia en nuevas tecnologías. Al mismo tiempo, anuncia un plan de ayuda y socorro para la agricultura, un sector víctima de la despoblación y una trágica tendencia al suicidio: un agricultor inglés pone fin a su vida cada tres días.

Producción de energía

En materia de independencia energética, Macron ratificó su decisión estratégica: “La energía nuclear es la más segura, la más ecológica, la que menos polución produce”. Se confirmó la construcción de seis nuevos reactores de nueva generación, acelerando el estudio de otros ocho reactores. Sin olvidar inversiones sustanciales en otros modelos de producción de energía, “para convertir a Francia en la premiera gran nación que salga de la dependencia del gas y el petróleo”.

Macron también consideró fundamentalmente reafirmar la independencia cultural e informativa de Francia, reafirmando el punto central de la lengua y las industrias culturales como sectores estratégicos, con una importancia básica de la información “libre e independiente”.

Independencia nacional reafirmada para mejor “seguir reformando y favoreciendo la unidad y solidaridad nacional”.

Primera reforma del nuevo mandato presidencial… la reforma promisida y no realizada del sistema nacional de pensiones, con dos anuncios sensibles: la edad de júbilo pasará “paulatinamente” de 62 a 65 años; la pensión mínima ascenderá a 1.100 euros mensuales.

La nueva reforma del sistema nacional de pensiones por una revalorización de los salarios de varias profesiones, en la enseñanza y el sistema sanitario, à negociar entre tous les agentes sociales.

Educación e investigación

A juicio de Macron, la soberanía y unidad nacional pasan, de manera similar, por la reforma del Estado y la construcción de un futuro “distinto”, a partir de varios “frentes: inversión masiva en educación e investigación, y reforma del Estado. El presidente saliente propone invertir 25.000 millones de euros en investigación durante la próxima década, “con nuevos objetivos y nuevas misiones, para preparar un futuro que comienza en la escuela”. El sistema escolar está llamado a sufrir una gran reforma, negociada.

En materia de reforma del Estado, Macron avanzó ideas generales: «reducir la burocracia», «descentralizar» y «trasladar muchas responsabilidades a las autoridades regionales y departamentales».

El capítulo esencial de la reforma del Estado ‘macroniano’ descansó en estas propuestas presupuestarias: los 50.000 millones de reversiones anuales, durante un quinquenio, y los 15.000 millones de reducciones de impuestos, durante los próximos años serán compensados ​​de este modo: 20.000 millones de reducción del costo de funcionamiento del Estado; 15.000 millones para reformas de simplificación, y 15.000 millones destinados a la reforma anticipada del sistema nacional de pensiones.