Hiperhidrosis, la vergüenza de sudar todos los días del año

Nerea recuerda desde pequeña cómo siempre que su madre le cogía de la mano, estaba chorreando de sudor. Este es el caso de este joven de 21 años de San Fernando (Cádiz) que no olvida la primera vez que fue consciente de su enfermedad. Así es el día a día de las personas con hiperhidrosis, un problema presente pendiente todos los meses del año y que se complica por las altas temperaturas: “Puede aparecer en cualquier momento y sin evidente causa. Afecta a las axilas, manos, palmas, frente oa la cabeza”, explicó la dermatóloga Aniza Giacaman, de la Academia Española de Dermatología. Se esima que es una enfermedad que padece entre el 3 y el 5 % de la poblacion mundial, aunque no existen cifras oficiales al respecto por su dificil recuento: “Antes de empezar el verano, las consultas empiezan a sous . Los pacientes saben que empieza lo peor, aunque vienen durante todo el año a las consultas”. Durante un examen, Nerea sufrió una escena que le dejó huella: “Escribí tres folios completos, me sabía todo el temario. Pero el sudor rompió los folios”. Su profesor le obligó a entregar su examen, ilegible y a trozos: “Frustración, se queda corto”. Complejos sociales Recuerda con cierto sufrimiento su adolescencia: “Todo te da vergüenza y tienes muchos complejos. Piensa en que alguien te iba a dar la mano será un verdadero drama. Siempre intentaba tener las manos ocupadas con el móvil”. Incluso, cuando habla para ABC admite que lo hace con el móvil en manos libres: “Emapo en segundos toda la pantalla y el tacto se vuelve loco. Es estresante”. Por ello, se plantó buscar soluciones. Primero probó con unas pastillas que le provocaron mal aliento y secuela, y el bótox era la siguiente alternativa, pero tampoco le demostró: “Lo pasé horrible, no volvería a repetir”. Un proceso pensado para una duración de seis meses, únicamente le corresponde tres semanas. “No iba a doler y los resultados fueron inmediatos. Todo fue mentira”, lamentó. Ahora, espero «ansiosa» para operarse en la Sanidad pública andaluza. Ángela Hernández, dermatóloga del Instituto de Medicina Avanzada, explicó que esta operación “no está contemplada en todos los centros de salud públicos”. Por esta razón, muchos pacientes ven obligados a convivir con el problema, antes de acudir a un centro privado donde las intervenciones de la aplicación de l’oscilan bótox entre los 600 y 1.000 euros; y las operaciones sobre los 4.000 y 6.000 . «Te cambia la personalidad por completo, piensas muy bien con quién vas a llevarte» Ibo Molina Tiene 27 años y sobrevive a la hiperhidrosis con una pastilla anticolinérgica Las diferentes soluciones para el uso de ambientadores que eliminan la humedad, el uso de corrientes eléctricas en the skin, as pastillas -como las de Nerea-, la application del bótox o una intervención denominada simpatectomía, que sele produce como efecto secundario, una sudoración compensatoria, est decir, que el exceso de sudor de las manos traslade a otras partes del cuerpo . En este aspecto, la doctora Hernández coincide en que los pacientes “no consideran que tengan una fermentación y prefieran malvivir”. Aun así, no todas las personas están en la misma predisposición de Nerea. Ibo Molina, es de Alhaurín de la Torre (Málaga) y tiene 27 años: “Aplacé la operación porque me echó para atrás todos los posibles efectos secundarios”. Explique que ningún médico le garantiza una solución eficaz. Adam escribe en su cuaderno y ya tiene un rastro de sudor IGNACIO GIL La técnica ha avanzado y ahora es reversible, pero “no es algo que le convezca todavía. «Cada paciente reacciona de forma diferente a los tratamientos, y por eso hay que individualizarlos», explicó la doctora Giacaman. “No hay ningún tratamiento total porque el cuerpo necesita seguir sudando. Únicamente se puede controlar un poco el exceso de sudor”, señaló la dermatóloga. Ibo sobrevive actualmente con una pastilla anticolinérgica, que actúa sobre su sistema nervioso y le reduce el sudor: “Ha cambiado mucho mi vida”. Aun así, la doctora Hernández afirmó que “la intervención más eficaz es el bótox” y que muchos pacientes “ven inaceptable aceptar la sudoración compensatoria como remedio menor”. Ibo sufre niveles muy demandados de hiperhidrosis en pies, manos y axilas: “Mojo cualquier camiseta a temperatura ambiente”. Este es su primer verano con chanclas, gracias al tratamiento: “Siempre usaba calcetines porque si no me escurría cuando andaba en chanclas”. «Tengo colitis, psoriasis e hipertensión, y la hiperhidrosis es la peor de todas para mi día a día» Iris Torrente Es de Albacete, tiene 29 años y padece hiperhidrosis En su trabajo ha tenido algunas complicaciones: se notó excesivamente”. Cerrar los brazos es una de sus técnicas cuando queda con amigos: “Es un problema físico y tiene un factor psicológico que hace que aumente el sudor”. “Ninguna persona puede imaginar todo lo que sufrimos”, afirmó rotundo. Una noche de verano con amigos, en el paseo marítimo, recuerda siéntete y al levantarse, tener una gran marca de sudor en el pantalón: “Te cambia la personalidad por completo” y “te hace elegir muy bien a tus amistades”, explicó Ibo . Lola tiene 57 años y también recuerda tener este problema desde pequeña: “Guardo agujas de costura del colegio que están completamente oxidadas”. Esta fermentación le condicionó duramente su juventud. Un día colgante la misa, llegó el momento de darse la paz: “Rompí a sudar como nunca, fue un drama que la gente me viera y notara como sudaba”. Decidió operarse siendo conocida de los efectos adversos: “Peor que esto no va a ser”. Salió con las manos secas, pero los problemas no tardaron en surer: “El sudor se trasladó alvientre, a las ingles, a la espalda, etc.”. Una enfermedad sin edades Lola confiesa que “para una mujer es mucho peor” porque “es impensable vestir una blusa o usar seda o lino”. Su caso no es el único en su familia, dos de sus tres hijos también lo sufren, “es una enfermedad hereditaria en el 40% de los casos”, apunta la doctora Giacaman. La desesperación de Lola ha llegado tiene un límite insospechado: “Me Planteo surgir a la hipnosis. Me agarro a un clavo ardiendo”, cuenta desesperada a este diario. Aunque la doctora Hernández explicó que “la hiperhidrosis mejoró con los años”. Una sostuve que a Lola le deja muchas dudas en su cabeza. “Quieres no sudar y el simple hecho de pensarlo te pone más nervioso y entonces sudas más”, cuenta Adam, madrileño de 27 años. “Estuve un mes sin darle la mano a mi novia”. Las soluciones no le convencieron y ahora opta por “intentar estar más tranquilo de lo normal”. Normalizó su sudor e incluso se atrevió a ir al gimnasio: “Era de mis mayores miedos, antes iba con guantes”. Pável utiliza métodos para abordar los problemas de hiperhidrosis TANIA SIEIRA También reconoce que esto está encerrado de una manera que ha influido en “ser más tímido”. Una noche en una discoteca, una chica quería bailar con él: “Se acercó y no quise. No quería pasar un mal rato». Situaciones así le hicieron cambiar su forma de ser: “Pasaba de salir. La gente veraro que no des la mano y ves sus reacciones. Te crea muchas inseguridades. “En verano se suda más. Se lleva lo mayor que se puede”, comentó. “El calor es la mejor excusa para justificar el sudor”. Un caso similar es el de Pável. Tiene 19 años y recuerda vivir con hiperhidrosis toda su vida: “Mis padres decían que me babeaban las manos”. La doctora Hernández afirma que la detección es muy sencilla y se realiza desde una edad temprana entre los ocho y diez años: “Con una prueba objetiva, el Test de Minor, se realiza un rápido diagnóstico”. Posibles soluciones a la hiperhidrosis Tratamientos orales: Se deben utilizar fármacos anticolinérgicos, como el glicopirrolato y la oxitibutina. Aunque pueden provocar efectos secundarios a algunos pacientes como la secuela de boca y ojos, náuseas, arritmias y dolor de cabeza Toxina botulínica (Bótox): Este tratamiento se puede realizar en axilas, palmas de manos y planta de los pies. La duración es nueva a 12 meses dependiendo del paciente. En casos severos es muy efectivo y ayuda a disminuir el uso de medicacion oral. Esta infiltración del bótox ronda entre 600 y 1.000 euros en la sanidad privada Simpatectomía: Es una cirugía que se realiza con anestesia general. El cirujano hace dos o tres cortes pequeños (incisiones) bajo un brazo del lado en donde se presentó la sudoración excesiva. La sudoración compensatoria es su efecto secundario principal, a la que no todos están preparados. Además, existen casos graves donde el paciente ha desarollado una sudoración más intensa que la que sufría con anterioridad El aumento arrepentido de las temperaturas le hizo pensar a Pável más allá e intentar atajar su enfermedad: “He convivido siempre bien con ello, pero este calor me ha hecho preocuparme de verdad». Como estudiante universitario su mayor preocupación son los exámenes: “Te pones nervioso y rompes a sudar. Es algo que te afecta en los estudios. Es la pescadilla que mata la cola”. La manga larga, usar polvos de talco o allitas hidroalcohólicas son algunas de las soluciones de Pável, aunque admite que estos métodos son puntuales. “El sudor me provoca ampollas y heridas, y el polvo de talco me alivia un poco”. Aun así, trató de convivir de la mejor manera, con un problema que el niño podría encontrar durante el tiempo mediático, volviendo a las mismísimas veces diarias. “La hiperhidrosis es la encerrada más incómoda que tengo”, asegura con firmeza Iris Torrente, que vive diariamente con problemas de colitis ulcerosa, psoriais e hipertensión. Esta joven de Albacete y de 29 años explicó que “siempre le han sudado las manos”, pero los médicos le quitaban importancia. Un gesto que se repite a menudo en muchos casos de pacientes que acuden por primera vez a una consulta médica. “Literalmente me gotean, agua sucia de mis manos”. Sudar en invierno y verano Entre las pequeñas soluciones para Iris se encuentra usar gases para ir secando el sudor en cada momento, porque como explica, «si te secas en el pantalón siempre vas marcado, es incluso peor porque se nota más». En este caso, no le recomiendan operarse debido al resto de enfermedades que tiene: “Par los médicos es lo que tiene menor importancia, pero para mi día a día significa mucho”. En verano aumenta sus problemas: “Me resbala coger el móvil, poder firmar cualquier documento, servi como camarera…”. Las chanclas con suela antideslizante de mimbre de bambú son sus mejores alias en los calurosos días de piscina que Iris pasa con familiares y amigos. Aunque su marido siempre la ha compredido, muchas veces le preguntaba: “¿Por qué nunca quieres que vayamos agarrados de la mano?”. Iris se casó en fechas estivales: “En junio iba a hacer menos calor, aun así mi vestido tenía bolsillos para poder guardar las gasas o pañuelos”. «Te sientes incómodo no por ti, sino por los demás», es uno de los sentimientos que comparten la mayoría de los pacientes. MÁS INFORMACIÓN informe No Hiperhidrosis nocturna: síntomas y por que supone un problema al dormir informe No Si el exceso de sudoración condiciona tu vida, ¡no te preocupes porque tiene solución! Formas distintas de convivir con un problema que sufren más de un millón de personas en España. Las soluciones diversas e impredecibles dejan a los pacientes con múltiples dudas, en una fermedad que conlleva más que sudar en exceso e inundadamente el lado más íntimo y afecta directamente a las relaciones personales.