Hechos e ideología

Primero los hechos. Una. El Gobierno no ha dado con la tecla para luchar contra la inflación, que ha desbaratado sus intenciones. Dos, la complejidad normativa y la maraña administrativa han reducido la eficiencia de las medidas de apoyo social. Tres, ha decidido que no bajará los impuestos como han hecho otros países, ni siquiera los va a deflactar, como decidir ayer las tres Diputaciones Vascas. Cuatro. No bajará impuestos y no reducirá gastos. Ni siquiera los duplicados o los ineficientes. Estos últimos no sabemos bien, puesto que se niega a realizar un análisis de coste/beneficio de ellos. Cinco. Debe pedir un nuevo plan de consolidación fiscal en Bruselas, ver que el anterior haya superado por los acontecimientos. ¿cuántas veces ha revisado sus pronósticos y todas ellas a la baja? seis. Somos líderes en Europa a la hora de conseguir fondos europeos (el esperado maná), pero luego perdemos muchos puestos al canalizarlos a sus destinatarios. Francia ha entregado ya el equivalente al 0,5% de su PIB, nosotros menos de la mitad, el 0,2%. Ahora la ideología. Siete. La única manera de cuadrar todo eso es mediante una subida de la recaudación. Podría haber elegido actuar sobre la base imponible, pero eso no da réditos electorales. Lo que sí los dan son las subidas de impuestos, siempre que afectan a la odiada banca y a las odiosas energéticas. Ocho. Aquí hay exceso de improvisación. Cuando se anunció, hace quince días, se adelantó el incremento de recaudación, pero no se sabía cuál iba a ser la base del impuesto (se ha cambiado desde el anuncio) ni cuál el tipo. Es decir, tiraba a voleo. Nuevo. Es muy curioso. Cuando las entidades financieras pierden dinero y hay que rescatar a las cajas de ahorro con dinero público, nos molestamos. Noticia Relacionada estandar No Hacienda gravará las ventas de las energías al 1.2% y los intereses y comisiones de la banca al 4.8% el costo a los usuarios Decir. Si las energetics ganaran demasiado y obtuvieron beneficios extraordinarios (concepto imposible de precisa) mucha culpa sera del propio gobierno que ha regulado y sometido a su criterio a todo el system. Onza. Esta decisión suena a arbitrariedad, pues no se entiende la discriminación sectorial, ni por tamaño. ¿Base a que criterio se justifica? Doc. Supongamos un atentado contra la seguridad jurídica en sectores que captan dinero -sobre todo extranjero-, para financiar sus abultadas y inversiones quedan al bur del capricho recaudatorio de las autoridades políticas. Onza. En todo caso, ni en el supuesto más favorable en el que se cumplieron todas las previsiones, el dinero recaudado no será suficiente para tapar nuestra deficiencia. 7.000 millones en dos años, no llegan para pensiones, intereses de la deuda, programas de ayuda, déficit ya comprometido y NATO. Ni lejos.