hasta dos años de espera para disfrutar de una

Decía aquella popular película que las bicicletas son para el verano. Sin embargo, este 2022 quien no haya sido pronosticado corre el riesgo de quedarse sin la posibilidad de disfrutar de un paseo en velocípedo, al menos en el País Vasco. Los problemas logísticos que afectan a todos los sectores y el incremento de la demanda que presentó la pandemia ha terminado para convertirse en la tormenta perfecta. Hay tiendas en las que hay que esperar hasta dos años para recibir encargos, sobre todo si son muy específicos.

Lo confirma Julen Zubero, gerente de la tienda Ciclos Zubero de Bilbao, una de las más conocidas del sector en la capital vizcaína, que reconoce que están dando tiempos de espera más largos de lo que quisiera.

Incluidos están intentando trabajar en red con otras tiendas, de tal manera que puedan intercambiar bicicletas si tienen clientes con necesidades cruzadas. “If they tienen el modelo que tú necesitas, y tú tienes el que ellos quieren, hacemos un trueque”, añade.

Marta Zapatero, miembro de la sección de bicicletas de Oiartzun Bikes, la mayor empresa de bicicletas de Guipúzcoa, ha explicado que en abril están dando ya fecha de entrega para mayo de 2023. En este caso, la previsión ha sido una de las claves para acortar los plazos de tal manera que ahora están haciendo pedidos previendo lo que venderán dentro de dos años. “Si la bicicleta que quieres entró en las previsiones que hicimos hace dos años, entonces no hay problema, pero como quieras algo diferente, no hay nada que hacer”, resume.

Además, las tiendas en estos momentos están recibiendo productos que pidieron a principios de 2020, “cuando todavía estamos confinados”, lamentó Paco Prieto, director general de la compañía guipuzcoana. El problema, explicó Prieto, es que gran parte de los componentes se fabrican en países asiáticos cuando esto está encadenando parones desde hace dos años; hay todo ello hay que añadir los problemas logísticos que están saliendodo al suministro de componentes de todos los sectores. Ocurre algo parecido a lo que se está viviendo en la industria automovilística, pero “peor”, asegura Prieto.

Y es que, las bicis además de colores y componentes técnicos también tienen tallas, lo que aumenta el abanico de posibilidades y hace más complicado acertar con la previsión. Incluidos en la Federación de Ciclismo del País Vasco están teniendo problemas para conseguir componentes para sus equipos. «Estamos esperando todavía lo que pedimos en agosto del año pasado», reconoce Luis Irisarri, secretario general de la Federación Vasca de Ciclismo.

La pandemia y el boom de la bici

A todo ello hay que añadir el boom que está viviendo la bicicleta desde que el Covid-19 hizo poco recomendable utilizar el transporte público. Según el informe sobre el sector de la bicicleta que publica cada año la Asociación de Marcas de Bicicletas de España, AMBE, en el año 2021 se pulverizaron todos los récord al vender más de millones y medio de velocípedos. Esto provocó que esta industria billurara un 10,76% más, un crecimiento que también es histórico.

“Estamos viendo una demande nunca antes vista”, nuestra cuenta Jesús Freire, secretario general de AMBE. Asegura que se trata de una tendencia que tienen detectada desde hace más de una acadada. Sin embargo fue el 2020, y sobre todo el fin del confinamiento, lo que trajo el verdadero furor por andar en bici. Lo notaron especialmente en las tiendas especializadas donde todo el mundo llegaba pidiendo “una bici para ya”. En la Federación de Ciclismo tienen además “la sensación” de que cada vez se utiliza más como medio de transporte. “La gente nota que está más sana, más basura que un coche y mejor (desde el punto de vista epidemiológico) que viaja en metro ou en bus”, explica Irisarri.

Muy especialmente lo está haciendo la bicicleta eléctrica. A partir del año 2021 se venderán en España 200.000 unidades de bicicletas motorizadas que son el vehículo eléctrico preferido por los españoles. “Da muchas posibilidades y probablemente puede sustituir al segundo vehículo de las familias”, explicó Freire.

Sin embargo, también es la que más retrasos está acumulando la hora de suministrose. “Los problemas de abastecimiento han limitado el crecimiento del sector”, explican desde AMBE. En Oiartzun Bikes confirman que estos modelos son menos cuanto más difíciles los que están provocando porque además de los componentes propios de una bici, añaden alla la maquinaria eléctrica. Sus piezas que muchas veces se fabrican en Asia y los problemas de suministro pueden hacer que los pedidos se retrasen hasta ocho meses.

Todo ello ha terminado por crear una “gran bola de nieve” que costará deshacer y que en Ciclos Zubero han optado por tomarse con filosofía. “Muchos clientes se ríen por no llorar”, resume. Advierten que en estos momentos es casi imposible conseguir ejemplares que no están ya encargados y que, quien no haya sido previsor, “lo va a tener muy complicado” para disfrutar del ciclismo este verano.