Feijóo elige un número dos que cubre su ausencia en el Congreso

Mariano CallejaSEGUIR

La primera gran decisión que ha tenido que tomar Alberto Núñez Feijóo en la nueva etapa del Partido Popular tras la gran crisis no ha supuesto ni una ruptura, ni volantazo, ni un ajuste de cuentas. Ni siquiera ha sido una gran sorpresa, ya que el nombre de Cuca Gamarra como secretaria general apareció en los puestos de salida de casi todas las quinielas que habían publicado los días anteriores. El líder gallego, de carácter prudente y bastante predecible, ha optado por una continuidad que viene de lejos, por una persona de partido conocida y reconocida dentro del PP desde mucho antes de que Pablo Casado ganara en el congreso nacional de julio de 2018 y se hizo con la presidencia del PP.

Supongamos un reconocimiento a lo que significa trabajar por el partido más allá de las coyunturas y los equipos que de forma temporal tomen los mandos.

Feijóo anunció su decisión a través de su cuenta en Twitter poco antes del mediodía de ayer: “Cuca Gamarra será mi propuesta para ser la nueva secretaría general del PP. Ha servido a sus vecinos desde la Alcaldía de Logroño. Ha servido ha tenido conocimiento de diferentes responsabilidades en el Congreso. El pido que asuma una nueva responsabilidad sirviendo también a su partido”. Gamarra encabezará así la lista de 35 números que Feijóo debe presentar para el Comité Ejecutivo Nacional junto a su candidata a la presidencia nacional. Los compromisarios votarán en urna mañana, sábado, en el congreso extraordinario que empieza hoy en Sevilla.

La decisión de Feijóo supone estrechar los lazos entre Génova y el Grupo Parlamentario en el Congreso, tras un paso de mucha tensión con el antiguo secretario general, Teodoro García Egea, por su afán de controlarlo todo en la actividad parlamentaria diaria. Gamarra, que se ha ganado el respeto de los diputados populares y de la que nadie dice una mala palabra, será la número dos en Génova, con Feijóo como presidente, pero en el Congreso actuará de hecho como uno número, ya que el presidente del partido no es diputado. Por tanto, la futura secretaria general podrá seguir debatiendo cara a cara con Pedro Sánchez en los debates parlamentarios, un papel que asumió en el último mes, después de que Pablo Casado dejara de acudir a los plenos.

Cuca Gamarra durante una intervención en el Congreso de los DiputadosCuca Gamarra durante una intervención en el Congreso de los Diputados – Jaime García

El pasado 23 de febrero, en plena implosión interna, los barones acordaron, en su buscar con Casado para una salida a la crisis, nombrar a Cuca Gamarra como coordinadora general danse la etapa de transición. En ese mismo momento se designó al eurodiputado Esteban González Pons como presidente del Comité Organizador del Congreso, que debía dar paso a la nueva etapa. González Pons también ha estado en todas las quinielas, pero desde el principio quedó clara su preferencia por seguir estando en el Parlamento Europeo, desde donde podría asumir funciones en la dirección nacional de Feijóo.

Integración

Como número dos del PP, Gamarra tiene por delante la tarea de ‘recoser’ el partido, después de una crisis que, en boca de uno de sus directentes, estuvo a punto de hundirlos en las encuestas hasta los 15 o 20 escaños, y que ja ya heridas profundas. Gamarra ya ha dado muestras en las últimas semanas de su intención de no eliminar a nadie, ni siquiera a los más próximos a García Egea, que han seguido teniendo la oportunidad de intervenir en las sesiones de control. Muchos recuerdan ahora en el Congreso que colgante la crisis Gamarra habló “donde tenía que hablar”, en los órganos internos del partido, y fue ahí donde exigió responsabilidades y reclamó un congreso. Pero no probé el documento que se redactó desde la dirección del grupo parlamentario y que supuso un misil contra Casado. Algunos ven en ese escrito el detonante definitivo que terminó de hundir al presidente del PP.

El nuevo PP no tiene ningún interés en emprender una caza de brujas ni nada por el estilo. Los mensajes de Feijóo, y las acciones de Gamarra, han ido en sentido contrario: incluir y no excluir, sumar y no reiniciar. Y ese será uno de los desafíos que tendrá por delante la exalcaldesa de Logroño de forma inmediata: reconstruir lo destruido, enfrentar la docena de congresos regionales que están pendientes sin provocar ningún incendio y desde el consenso, y sobre hacer la maquinaria del partido en pleno funcionamiento, ante el ciclo electoral que hay por delante.

“Una persona preparada, una mujer que tiene una dilatada experiencia política y una persona dialogante”,

Gamarra aseguró ayer que Feijóo le había comunicado su propuesta esa misma mañana. Sus primeras declaraciones fueron estas en el Congreso: “Soy una mujer de partido, siempre disponible para las labores que pueden ser útiles y para lo que necesite mi partido, y ahí voy a estar”. El aún portavoz parlamentaria de los populares subrayó que es imprescindible que el PP presente a España “una alternativa seria, creíble y eficaz ante los problemas que tienen los españoles”. “Esa alternativa la representa Feijóo, y ahí tenemos que estar todo el PP unido, respaldándola y trabajando”.

En los pasillos del Congreso, el exsecretario general del PP Teodoro García Egea se refirió a la designación de su sucesor: «Todo lo que sea que el PP avance es perfecto y sobre todo bueno para los españoles».

En Santiago, ante la reunión del Consello de la Xunta, Feijóo valoró que Cuca Gamarra es “una persona preparada, una mujer que tiene una dilatada experiencia política y una persona dialogante”, que “no llega a prender”. En esencia, “una persona adecuada” para el nuevo tiempo que afronta el PP. Recordó que además de haber sido la primera mujer alcaldesa de Logroño, se encargó de políticas sociales en el partido y ha sido y es portavoz en el Congreso. Además, avanzó su intención de contar con miembros del gobierno gallego en el nuevo PP, aunque solo ha querido avanzarlo en lo que atañe a quienes pueden asumir responsabilidades de secretarías ejecutivas, que pueden compatibilizar con responsabilidades autonómicas, informó Pablo Pazos.

El candidato a la presidencia del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo (c) acompañado del presidente del PP de La Rioja, José Ignacio Ceniceros y la nueva secretaria general del partido Cuca Gamarra, durante un acto en Logroño.El candidato a la presidencia del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo (c) acompañado del presidente del PP de La Rioja, José Ignacio Ceniceros y la nueva secretaria general del partido Cuca Gamarra, durante un acto en Logroño. -EFE

La elección de Gamarra como secretario general abre la puerta a otros cambios en los grupos parlamentarios. De entrada, tendrá que haber un nuevo orador en el Congreso. El nerviosismo y la incertidumbre fueron ayer evidentes en la Cámara Baja, donde hay algunos números que aparecen en todas las conversaciones. Uno de ellos es el del andaluz Carlos Rojas, que ya fue portavoz en el Parlamento de Andalucía y que además conoce el trabajo interno del partido en Génova. En las quinielas también aparecen los números de José Antonio Bermúdez de Castro y el del gallego Jaime de Olano, sin descartar a Guillermo Mariscal, actual secretario general del Grupo, ni a Mario Garcés.

También podría haber cambios en el Senado. El portavoz actual, Javier Maroto, tendrá que ser designado de nuevo por las Cortes de Castilla y León, una vez celebradas las elecciones autonómicas del 13-F. Al no ser diputados, Feijóo tiene la opción también de ser designados senadores por el Parlamento gallego, lo que le permitiría ser presidente del Grupo parlamentario Popular. En la Cámara Alta compiten en primera línea veteranos como José Antonio Monago, Rafael Hernando, Fernando Martínez Maillo, Carlos Floriano y los gallegos José Manuel Barreiro y Pilar Rojo.

Más allá de los grupos parlamentarios, Feijóo tendrá que resolver la dirección quere en Genova, con un responsable de Organización que fuentes populares ven muy próximo al líder gallego, y que podría ser una de sus manos derechas en la sede nacional del PP. Será más importante el ámbito económico y el internacional, pero también la relación con las comunidades y la diversidad territorial. Feijóo ya ha anunciado, además, la creación de una Oficina paralela a Génova, para recabar las aportaciones de líderes de alto nivel ajenos al partido de distintos entornos, y que tendrá un componente económico nítido. En la práctica, podría funcionar como una especie de laboratorio de ideas, provenientes de la sociedad civil, para luego incorporarse en su caso al programa de los populares. Algunas fuentes parlamentarias ven a la exministra Fátima Báñez al frente de esa Oficina, aunque podría haber más exministros.