El comercio podrá abrir el lunes 2 de enero, festivo por el día de Año Nuevo, y el domingo, 8 de enero, así como el 6 y el 30 de abril, el 25 de junio, el 2 de julio y los días 3, 17, 24 y 31 de diciembre del próximo año. Así lo ha cordado este martes por la mayoría el Consejo de Comercio de Castilla y León, con el rechazo de UGT y CCOO, según han informado este miércoles fuentes sindicales.
La propuesta es el trámite previo a la orden de la Junta que establecerá el calendario general de domingos y festivos de apertura autorizada para los establecimientos comerciales Durante 2023, en el ámbito territorial de Castilla y León.
De esta forma, el sector contará con ocho aperturas en domingo: el 8 de enero, el 30 de abril, el 25 de junio, el 2 de julio y los 3, 17, 24 y 31 de diciembre. Además, a ellos se añade el 2 de enero y el Jueves Santo, el 6 de abril.
“Por primera vez, se ha roto el consenso en la aprobación del calendario que define los diez domingos y festivos de apertura autorizada a los comercios de Castilla y León”, ha señalado CCOO en un comunicado.
Al respecto, el lamentó que Vox, formación a la que pertenece el consejero de Industria, Comercio y Empleo, Mariano Veganzones, haya “roto” el “equilibrio” que facilitó el consenso entre los actores del sector. «La propuesta que ha realizado la administración autonómica atenta directamente contra el derecho a la conciliación de la vida personal, laboral y familiar de los profesionales que desarrollan su actividad en el sector, al impedir el poder disfrutar de dos días de descanso consecutivos en todas una cada una de las cinco ocasiones en la que coinciden dos o más domingos o festivos consecutivos en el año 2023”, manifestó el secretario general de CCOO Servicios de Castilla y León y miembro de este Consejo, Marcos Gutiérrez.
Asimismo, consideró “especialmente sangrienta” la decisión de establecer la apertura comercial los días 2 de enero, 30 de abril y 24 de diciembre, cuestión que suscitó el rechazo frontal de CCOO. “Con esto se demuestra que la ultraderecha, que dirige esta Consejería a través del inefable Mariano Veganzones, está destrozando todo lo que toca, cercenando cualquier tipo de acuerdo social”, añadió.
Igualmente, dijo que «provocar la ruptura del equilibrio entre los intereses del sector, terminando con un consenso decadades, solo puede explicarse por quienes no entienden que la democracia es gobernar para todos y para todas, aunando intereses contrapuestos y buscando equilibrios que faciliten consensos, nunca olvidando a la parte más débil, que en este caso son las personas trabajadoras del Comercio de Castilla y León”.