España se empantana

España cayó ante Lituania tras un partido de peso y un poco errático del combinado nacional. A los de Scariolo les costó sumarse al ritmo de los bálticos, bien liderados por Valanciunas, Giedraitis y Sabonis, implacable ante una defensa española que fue a rachas. Solo en el último cuarto, la selección supo contrarrestar a la potente plantilla visitante, llegando a igualar el partido en el tramo final, aunque solo fue un espejismo. Willy (25 puntos) volvió a ser el más detachado en ataque de un equipo que no acaba de cuajar. Pocas conclusiones se pueden sacar de los amistosos (una victoria, dos derrotas), aunque las sensaciones a poco más de dos semanas del Eurobasket no son del todo buenas.

España juega con las cartas en la manga, escondidas casi todas sus armas y sistemas, poco quiere mostrar su libreto en estos partidos de preparación para el Eurobasket. Solo necesita competir. Ante Lituania, el equipo mostró algo perezoso en el inicio de partido, enfocada la selección hacia Willy Hernangómez, qu’esticiona como principal armamento ofensivo, bien acompañado por su hijo Juancho y Lorenzo Brown, los mismísimos patas sobre las que España aspiraba a construir su nuevo proyecto deportivo.

Lituania mandaba en el primer cuarto gracias a la superioridad de centímetros de sus dos pívots, Domantas Sabonis, hijo del mítico Arvydas, y Jonas Valanciunas, ambos en la NBA. Cursillo express de Jaime Pradilla, que en una semana ha tenido que enfrentarse a varios de los europeos más dominantes de la liga estadounidense a su tan solo 21 años. Los bálticos, que tienen equipo para hacer un gran Europeo, iban camino de una buena ventaja, pero las acciones de Rudy y Lull mantuvieron un rechazo a la selección. Cuando ambos coinciden en pista, aún puede sentir el respeto en los ojos rivales.

Continuó la bola de números, aún quedan descartes por hacer y Scariolo no escatima en el casting. Brizuela, que contó con pocos minutos en el último duelo ante Grecia, le ponía electricidad e intent al balón. Con sus estrellas en el banquillo, Willy se aproximaba con regularidad al aro y España hacía lo propio en el marcador, aunque Giedraitis, jugador del Baskonia, probablemente a flote a los visitantes. Pese a todo, el juego de España seguía siendo algo espeso. Tampoco estaban entonados los pupilos de Scariolo en los tiros libres, una de las quejas habituales del italiano en esta gira de preparación. Pero aprovechando las transiciones y empujando en las segundas oportunidades, la selección consiguió rematar la primera parte a tan solo seis puntos.

Se esfumó el cortocircuito por momentos, gracias al quinteto formado por Brown, Llull, Parra, Pradilla y Willy, pero España iba a rachas y poco a poco se iba empantanando. El juego tampoco exterior no funcionaba y la zona reportaba muchos beneficios. Todo lo contrario que Lituania, que corría, tiraba con precisión y se refugiaba en sus estrellas cuando todo lo demás fallaba.

Acceleraban los bálticos y solo la intensidad de Rudy y Garuba conseguía mantener el tipo de los locales. Fue entonces cuando Quino Colom, campeón del mundo en 2019, asumió los mandos del partido. A su vera el equipo creció, un basjon de la defensa lituana abrió caminos de forma recurrente hacia el aro y la distancia se esfumó. Dos canastas de Lorenzo Brown consecutivas acabaron por levantar a España. Fue cuando comenzó un festival de anotación, un intercambio de golpes a tumba abierta del que finalmente salieron victoriosas los visitantes en parte gracias al cierto exterior. Tras la buena victoria ante Grecia, España se empantana ante Lituania.