¿Es posible consolidar el talento científico en España?

¿Es España una tierra fértil para la investigación? ¿Cómo trabajamos este terreno y lo abonamos? En un contexto como el actual, marcado de forma consecutiva por la crisis económica, sanitaria y social, la investigación es clave para abordar los principales problemas que afronta la sociedad: desde el clima climático y la degradación de los recursos naturales, hasta la prevalencia de enfermedades que dificultan el desarrollo de sociedades prósperas.

Estos problemas deben ser abordados de manera holística y, por eso, es imprescindible apostar por la investigación para desarrollar soluciones que aseguren el bienestar de las generaciones presentes y futuras. Seguro que todos estamos de acuerdo en la importancia de consolidar y atraer el talento científico en España. Sin embargo, los últimos años han estado marcados por la fuga de talento debido a la dificultad para desarrollar sus carreras profesionales en España.

Conscientes de esta situación, las Administraciones Públicas han trabajado en paliar las consecuencias que en general puede acarrear la fuga de tantas mentes brillantes, impulsando medidas como la reforma de la Ley de la Ciencia o el reciente plan de atracción y retención de científicos talent in España que, entre sus objetivos, busca el regreso de investigadores, así como generar en España un ecosistema próspero para las actividades científicas.

A pesar de las buenas intenciones, las medidas que se proponen no son suficientes frente a la urgencia de las crisis actuales. El estudio sobre la situación de las jóvenes investigadoras en España, publicado en 2021 por el Ministerio de Ciencia e Innovación, pone de manifiesto que el desarrollo de las carreras científicas está marcado por la inestabilidad laboral, factor que afecta incluso en mayor medida a las mujeres , lo que, a su vez, dificultó la consolidación del talento femenino en nuestro país.

Necesitamos evidencias científicas como piedra angular para guiar la toma de decisiones e identificar soluciones pioneras frente a los desafíos complejos contemporáneos. Esto implica apoyar el desarrollo de proyectos de investigación innovadores que apliquen enfoques sistémicos, multidisciplinares y participativos, así como generar condiciones propicias para impulsar las carreras científicas de los investigadores en nuestro país.

En esta labor, la filantropía puede contribuir a la puesta marchando en planos y programas que impulsen el sector de la ciencia y generen un terreno fértil en el que el talento pueda echar raíces. Eso es lo que simos impulsar des de la Fundación Daniel y Nina Carasso con la Daniel Carasso Fellowship, un programa de ayudas postdoctorales, que busca impulsar la sisteméca en alimentación sostenible como palanca para transformar nuestra sociedad.

En su primera convocatoria, celebrada en 2021, fueron galardonados Raquel Ajates y Daniel Gaitán Cremaschi con enviando proyectos sobre la digitalización de las millas y la compra pública de alimentación sostenible en España. Ambos ejemplifican algunos de los objetivos que nos marcamos con estas ayudas: en el caso de Raquel Ajates el regreso de talento fincado en el exterior y en el de Daniel Gaitán la consolidación del talento ya activo en el país. Este programa es, sin duda, un paso firme en esa dirección a través del que financiamos no solo los contratos de los candidatos seleccionados sino también las actividades de investigación ligadas al mismo.

Ayudar a que el talento joven y la investigación de vanguardia regresen y consoliden en nuestro país es clave, pero también lo es generar un contexto qu’allowa el desarrollo de esa red de investigadores compromete cuyo conocimiento científico arroje las claves desde las que transformar nuestros sistemas alimentos y, en definitiva, construir un futuro sostenible, justo y resiliente tanto para los habitantes actuales del planeta como para las generaciones que lo habitarán en un mañana.

SOBER EL AUTOR

isabel le galo

es director general de la Fundación Daniel y Nina Carasso en España