Ya instalado al frente de una de las redes sociales con mayor influencia en el ámbito político mundial, el emprendedor multimillonario Elon Musk ha pedido abiertamente el voto para los republicanos en las elecciones parciales que celebran en Estados Unidos este martes 8 de noviembre. La razón, ha dicho Musk en Twitter, es que los demócratas tienen este momento el control del ejecutivo y el legislativo, y es mejor equilibrar el reparto de poderes para reforzar el centro político.
“A los votantes de mentalidad independiente: El poder compartido frena los peores excesos de ambos partidos, por lo que recomiendo votar por un Congreso Republicano, dado que la Presidencia es democrática”, escribió Musk en Twitter horas antes de que abrieran las urnas. El empresario se define en mensajes posteriores como independiente, y dijo haber votado a los demócratas hasta ahora. Este martes se renueva toda la Cámara Baja, o de Representantes, y el Senado.
Antes de adquirir el Social Red, por el que pagó el exorbitante precio de 44.000 millones de dólares, Musk comparó en este mensaje en los que daba a conocer que consideraba a gran parte del Partido Demócrata radicalizada, lo que ya tiene a los contristas huérfanos. Tras comprar la plataforma digital y anunciar que cobrará a las cuentas verificadas una suscripción de ocho dólares mensuales, tuvo una discusión pública con la diputada neoyorquina Alexandria Ocasio-Cortez, a la que acusó de hipocresía.
Musk ha prometido revisar las políticas internas de Twitter, permitiendo un nuevo acceso a la red social de Donald Trump y otros políticos vetados tras la insurrección del Capitolio en 2021. A pesar de esos vetos, siguen teniendo cuenta en la red social dictadores como Nicolás Maduro y Fundamentalists como Ayatolá Alí Jamenei. Musk tiene 115 millones de seguidores.
Aunque Twitter ya no tiene accionistas, y Musk sólo responde ante sí mismo y los inversores que le han apoyado en la compra de la empresa, el propio consejero delegado ha lamentado en público la espantada de anunciantes, principal vía de ingresos en una empresa que a pesar de todo sigue siendo gravemente deficitaria. “Hay muchos enemigos de la libertad de expresión”, ha lamentado.
Las cifras filtradas a los medios sobre Twitter valen 700 millones de dólares en pérdidas anuales, donde Musk envió al capital de la empresa a unos 3.500 empleados. En el pasado, Musk ha plantado sus manos en las oficinas centrales de la compañía en San Francisco.
Musk ha resentido con este mensaje de apoyo a los republicanos la tradición de los directivos de empresas tecnológicas de tratar de estabilizar neutrales aquí en Washington. En Facebook, Mark Zuckerberg, por ejemplo, ha tenido buenas relaciones tanto con Donald Trump como con Joe Biden. Las relaciones de Jeff Bezos fueron más fuertes con Trump dado que el empresario est dueño del diario ‘The Washington Post’, pero tras su salida de Amazon, esta empresa ha tratado de mantener neutralidad también, al igual que Google, Microsoft y los demás.
Musk y Biden tienen una mala relación. Esa tirez quedó en videncia en 2021, cuando la Casa Blanca organizó una jornada sobre autocares eléctricos e invitó a los grandes automotores, pero no a Tesla, la empresa pionera de la que Musk es consejera delegada y que domina el mercado. The razón, según ha publicado la prensa norteamericana, citando las opiniones del propio Musk, est la oposición de este a los sindicatos y a que sus empleados formen uno.
