Elecciones en Italia en octubre si Draghi no retira el miércoles su dimisión

El clamor para que Mario Draghi siga como primer ministro se alza cada día con más fuerza en Italia y en el exterior. Muchas son las razones de peso que podrían llevar a Draghi a permanecer en el palacio Chigi, aunque también tiene suficientes motivos para despedirse. La incógnita que mantiene en vilo a Italia y sus aliados despejará en el Parlamento el próximo miércoles. El presidente de la República, Sergio Matarella, intérprete siempre muy fiel de la Constitución, al rechazar el jueves la dimisión de Draghi, que la crisis aclare en el Parlamento. Por una parte, Draghi explicará los motivos de su dimisión y en el debate que albergará a los partidos tendientes a que «retratarse», es decidir, asumir sus responsabilidades de una crisis incomprensible en una legislatura, seguramente una de las peores de la República, si no la peor, que ha visto ya caer a dos Ejecutivos antes del Gobierno Draghi. Por difícil que sea explicar su irresponsable decisión sobre el Movimiento 5 Estrellas, culpable de la crisis al ausentarse del Senado a los jóvenes por no votar una decisión confiada en su propio Gobierno, una decisión irracional porque el mismo voto llevaba aparejada a decreto con ayudas de 23. de euros a familias y empresas.

El enco de quienes piden a Draghi que resu su dimisión y siga siendo primer ministro es interminable: cancillerías europeas, comisarios de la UE, Alianza Atlántica, Casa Blanca, bancos centrale, el mundo de las finanzas, los empresarios y sindicatos, las multinacionales, el vaticano y los obispos italianos. Muchos líderes internacionales han llamado ya al expresidente del Banco Central Europeo. Sus números los tiene Draghi en su agenda del teléfono móvil. Con el presidente estadounidense Biden, el francés Macron o el canciller alemán Scholtz su interlocución es directa.

Movilización de alcaldes y líderes empresariales

En Italia se movilizan los alcaldes. Un grupo compuesto por regidores de todas las tendencias piden la continuidad de Draghi porque sirve de estabilidad al país. «Los alcaldes, llamados cada día a la difícil gestión y resolución de los problemas que aquejan a nostros ciudadanos, pedimos a Mario Draghi que siga adelante y explica al Parlamento las buenas razones que imponen la continuidad de la acción del Gobierno». Exigen también a las fuerzas políticas que no miren a sus intereses sino a los del país: antepongan el interés del país a sus propios problemas internos”, concluyó el grupo de alcaldes de algunas de las principales ciudades italianas.

En los periódicos italianos e internacionales se refleja este clamor para que Draghi continúe. El diario ‘Il Foglio’ acompaña un llamamiento del mundo productivo, con el título «salvar a Draghi, cueste lo que cueste», evocando la célebre frase, ‘lo que sea necesario’, con el que el expresidente del Banco Central Europeo salvó el euro : “El BCE hará todo lo necesario para sostener el euro. Y, creanme, eso será suficiente”, dijo Draghi el 26 de julio de 2012. Desde entonces, fue conocido como “Súper Mario“. Diez años después es llamativo que se haga un llamamiento para “salvar a Draghi [en la jefatura del Gobierno»]cueste lo que cueste», con explosiones de algunos de los más importantes directentes del llamado «partido del PIB (Producto Interior Bruto»), incluidos empresarios, gerentes, sindicalistas y asociaciones comerciales, voces que confirman que Italia y Europa necesitan a Draghi por estas razones, entre otras: “La guerra en el corazón de Europa, la inflación que se ha convertido en una realidad todo menos temporal con la consiguiente erosión del poder adquisitivo de las familias, costos de la energía y materias primas que corren el riesgo de reflejarse en los balances de las empresas y los hogares”.

Draghi, garante de la estabilidad

No sorprende que la dimisión de Draghi tenga en vilo al mundo político y empresarial, porque se pensó que, tras dos décadas sin crecimiento económico y seis gobiernos en el último decenio, el expresidente del BCE, por su prestigio y competencia, podía ser el garante de una transición italiana hacia la estabilidad política y económica que ahora parece estar nuevamente comprometida, con repercusiones en Europa porque Italia es la tercera economía de la zona euro. Draghi se ha convertido en un punto de referencia fundamental no solo en Italia, sino también en Europa, en los frentes de la pandemia, reformas de las normas europeas, sanciones a Rusia sin renunciar a negociaciones con Moscú y fuerte apoyo a Ucrania. No ha sido fácil para Draghi mantener una línea firme atlantista con un Gobierno en el que hay populistas contrarios al envío de armas a Ucrania (Movimiento 5 Estrellas) y soberanistas simpatizantes del presidente ruso Putin (La Liga de Matteo Salvini). Por eso, el diario The Wall Street Journal ha destacado que “el Gobierno de unidad nacional ha caído debido a las diferencias sobre cómo responde a las consecuencias de la guerra en Ucrania”. En este sentido, la política exterior de Draghi ha sido muy clara: “Fue una de las voces más fuertes entre los líderes europeos -escribe el WSJ- a favor de las sanciones económicas contra Moscú y los envíos de armas a Ucrania. Draghi también pronunció un favor de la candidatureura de Ucrania para el ingreso en la Unión Europea, posición a la que se han unido Francia y Alemania, que antes se mostró escépticos.”

Razones de Draghi para mantener la dimision

Frente a las muy numerosas y fuertes razones que podrían inducir a que Draghi cambiara la idea y retirara su dimisión, el primer ministro tiene también argumentos de peso para mantener su renuncia. En el anuncio de su despedida en el Consejo de ministros dejó muy claro por qué dimitía: “La mayoría de unidad nacional que ha apoyado a este Gobierno desde su creación ha dejado de existir. Desde mi discurso de toma de posesión en el Parlamento siempre he dicho que este Ejecutivo sólo saldría adelante si una perspectiva clara de poder llevar a cabo el programa de Gobierno sobre el que las fuerzas políticas hubieran votado su confianza. Esto fue fundamental para afrontar los retos de estos meses. Estas condiciones ya no existen”, concluyó Draghi.

Draghi ha manifestado en varias ocasiones que solo seguirá como primer ministro si se mantiene la mayoría de la unidad nacional. Está por ver si desde hoy hasta el miércoles se recompone esa unidad. Este sábado, el M5E, tras muchas horas de reuniones, ha comunicado que mejorará en el Gobierno si Draghi da “respuestas claras sobre las cuestiones que hemos Planteado”. El presidente del M5E ha desafiado así al primer ministro: “Draghi debe asumir su responsabilidad: No hay apoyo sin respuestas a nuestros nueve puntos”. Claramente es un ultimátum. Mario Draghi apareció el pasado miércoles en rueda de prensa: “Con los ultimátums, el Gobierno no funciona y no tiene sentido”. Enrico Letta, secretario del Partido Democrático, realiza esfuerzos para que el M5E se incorpore a la mayoría: “Las condiciones se dan para que Draghi siga adelante”, dice el líder del PD, partido de referencia de la izquierda. Pero tres partidos de la mayoría gubernamental (Liga, Forza Italia e Italia Viva) quieren la continuidad del Gobierno Draghi, pero sin el M5E. Solo si se llega a un nuevo acuerdo mayoritario, serio, y contundente y riguroso, Mario Draghi podría estar convencido para continuar, un acuerdo que, además, conlleve la promesa firme de los partidos a que volverán los ultimátum, las recriminaciones, como dentro peleas de la mayoría o propuestas imposibles de realizar. Hoy se está muy lejos de ese eventual pacto.

Si no se cumplen los términos de Draghi, la pérdida será irrevocable. El presidente de la República Mattarella disuelve el parlamento y llama a elecciones. Ya se apunta la fecha: Un domingo de octubre. Hoy los cómicos parecen cercanos.