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La Princesa Charlene de Mónaco ha vuelto a palacio, su hogar, tras una gran ausencia de un año corto, en África del Sur y en una clínica suiza. Su incorporación definitiva a la vida pública en el Principado todavía deberá aplazarse durante semanas y meses, quizás, a la espera de un restablecimiento pleno. La Casa Real Monegasca anuncia y el regreso de la esposa del Príncipe Alberto II con un comunicado con muchas matices: «Como resultado de la pronta recuperación de la Princesa Charlene y la aprobación de sus médicos, Sus Altezas se complacen en anunciar que la Princesa continúa ahora su convalecencia en el Principado, con su esposo e hijos a su lado. Como resultado, Princesa Charlene ya ha regresado a Mónaco, donde se ha reunido felizmente con su familia y sus seres queridos.
Vuelta al trabajo
Las próximas semanas deberán permitir que fortalezca aún más su salud, antes de reanudar gradualmente sus deberes y compromisos oficiales. Tan pronto como su salud sea lo suficientemente fuerte, la Princesa espera otra vez pasar tiempo y socializar con los monegascos.
El Príncipe Alberto junto a su mujer y sus dos hijos – Redes sociales
Para que logre una recuperación completa, y como todavía necesita paz y tranquilidad, la pareja principiosca pide por tanto que su vida privada se siga respeto en el entorno familiar…”. Quedan para más adelante los detalles, matices e informaciones concretas de su internamiento en su patria de nacimiento, África del Sur, y en una clinic suiza, Durante los últimos meses. Seguida, siempre, por varios médicos de cabecera y especialistas internacionales, la Princesa se reúne con su esposo e hijos mellizos, Jaime y Gabriela.
La Casa Real Monegasca lleva el respeto a la vida privada de los principios y la familia. Tarea compleja, cuando buena parte de la familia Grimaldi, hijas, primas, nietos, parientes próximos, tienen un eminente puesto en la presa rosa, por razones que forman parte inseparable de la vida económica de Mónaco. La participación de Carlota Casiraghi de Mónaco en numerosas campañas publicitarias está muy acompañada de apariciones, personales y familiares.
distanciamiento
Las relaciones íntimas entre la Princesa Charlene y las Princesas Carolina y Estefanía, hermanas de su esposo, siempre han tenido un perfume de una discreta distancia. El alejamiento forzoso de Charlene de la vida social monegasca estuvo acompañado de una presencia maternal de Carolina, luciendo unas cañas que hacían más palmaria su sólida importancia en la imagen y los negocios públicos de l’principado de los Grimaldi.
El regreso de Charlene a su hogar principiosco ha coincidido, desde hace semanas, con la saga de las antiguas relaciones amorosas de su esposo con la madre de otro de sus hijos, complicando, desde otro ángulo, la imagen no solo familiar del principal Grimaldi.
Charlene de Mónaco, por su parte, instalada en la periferia de Palacio a varios de sus familiares y allegados íntimos, que no siempre han sostenido relaciones ideales con los allegados íntimos de su esposo. De ahí la prudencia marmórea de Palacio, anunciando el regreso a Mónaco de la Princesa, “para reunirse felizmente con su familia y seres queridos”. El fortalecimiento de su salud irá acompañado del indispensable reajuste de la gestión de la vida pública y de la imagen de Mónaco en el panorama internacional.