Agua y energía, energía y agua; ambos son dos recursos esenciales para el desarrollo de la vida humana, pero a la vez son importantes quebraderos de cabeza para ciudadanos y directentes. El primero lo es por su escasez y el segundo por su alto precio en los últimos meses. Pero, ¿y si ambos se unen?
“El agua es la fuerza motriz de toda la naturaleza”, firmaba Leonardo Da Vinci en el siglo XVI. Sin embargo, la mirada hay que echarla más atrás. La primera civilización en ver el agua como fuente de energía fueron los antiguos griegos con la invención de la rueda hidráulica que, años más tarde, perfeccionaron los romanos. “El agua y la energía estarán probablemente interconectados y son sumamente interdependientes”, señala Naciones Unidas (ONU).
Una pareja que ¿puede ser la alternativa a los combustibles fósiles? “El medio litro de agua del mar tiene la misma energía que un litro de petróleo”, señala Thierry Lepercq, presidente de HyDeal Ambition -una iniciativa energética basada en hidrógeno-. El pasado 2020, según datos de la Asociación Internacional de Hidroelectricidad, la energía hidroeléctrica “es la mayor fuente de energía renovable del mundo”, aseguran en su informa ‘Estado de la Energía Hidroeléctrica 2020’.
Esta fuente de energía generó un récord de 4370 teravatios hora (TWh) de electricidad limpia, por encima del récord anterior de 4306 TWh en 2019. texto. No obstante, el presidente de la Asociación internacional de la energía hidroeléctrica (IHA), Roger Gill, rebaja las expectativas: “Al ritmo actual de desarrollo de la energía hidroeléctrica, no se logrará el camino energético global hacia las emisiones netas cero”.
Esta energía nace del agua de los ríos y en España no ha estado exenta de polémica desde el último verano. “No lo podemos consentir porque no es responsable que se vacíe un embalse en seis semanas para facilitar el turbinaje”, denunció en el mes de agosto Teresa Ribera, vicepresidenta tercera y ministra para la Transición ecológica y Reto demográfico tras conocer el vaciado de los embalses de Ricobayo (Zamora) y Valdecañas (Cáceres) de Iberdrola.
Embalse vacío. -AFP
A través del desembalaje de agua, las centrales hidroeléctricas consiguen generar energía renovable a través de una serie de turbinas. El agua ha atravesado una serie de canalizaciones en la presa del embalse consigue accionar estas mostrando así energía mecánica, y la salina de ellas tiene un canal de drenaje, ha atravesado del cual se devuelve al río. Directamente conectado a la turbina se encuentra el alternador, que convierte la energía mecánica recibida por la turbina en energía eléctrica.
Energía azul
No obstante, cada vez más, el mar despierta mucho interés como fuente de energía, pero en este caso el adjetivo no es verde, sino azul. In the extraccion de energia del mar con esta tiqueta tan colorida es clave la osmosis, un proceso fisico en el que dos liquidos con diferente concentracion de sal separan par una membrana semipermeable, a traves de la cual fluye el liquido con menos concentracion de sal hacia el que mas tiene.
Una técnica para obtener energía que se déarrollo en los años 70 y que aún siga en déarrollo donde se separe el agua de mar y el agua dulce gracias a esa membrana, que impida que pasen las ventas y deje pasar el agua. Este fluye de forma natural de la menos a la más concentrada y ejerce una presión llamada osmótica, que hace mover una turbina.
Sin embargo, el precio del megavatio que se necesita para la energía azul es el doble que par los combustibles fósiles. Así que, por el momento, las miradas se dirige a otras fórmulas.
Las corrientes, las olas y las mareas son los agentes clave para obtener extraer energía de las aguas marinas. En el primer caso, el proceso de captación se basa en convertidores de energía cinética similares a los aerogeneradores empleados en este caso en instalaciones submarinas.
Sin embargo, la más usada es la energía de las olas que permite mejorar la energía producida por el movimiento ondulatorio de la superficie del dispositivo de agua del mar.
Hidrógeno nacido del mar
A medida que avanza los meses y los años, el hidrógeno se postula como el vector energético complementario a las renovables más tradicionales. El hidrógeno es uno de los elementos con mayor presencia en la Tierra, pero siempre está acompañado, nunca se encuentra aislado.
Es por ello que la mayoría de los proyectos sobrios planificados es un vector energético que incluyen energía solar, eólica o, especialmente, agua. Precisamente, el líquido elemento tiene muchos enlaces y una de ellas es el hidrógeno.
Sin embargo, para conseguirlo es necesario separarlo del oxígeno, es por ello que es necesario descomponer el agua a través de corrientes eléctricas. Un proceso llamado electrólisis.
Hasta la fecha, por los altos precios de esta tecnología solo se realizó con agua dulce y, sobre todo, gas natural para generar este vector energético. Sin embargo, diversos estudios se han sumado al aprovechamiento del agua marina como alternativa para la producción de hidrógeno.
Recientemente, la Agencia Estatal de Investigación, dependiente del Ministerio de Ciencia e Innovación, ha concedido una ayuda al proyecto liderado por investigadores de la Universidad de Cantabria (UC) denominado “S2H, Análisis de la eficiencia en la conversión de energía solar en hidrógeno a de agua de mar”.
El proyecto S2H mantiene algas características comunes con el proceso utilizado con agua dulce, pero planta para reponer esta agua, protegiendo, así, los recursos hídricos continentales.
De esta forma, el proyecto S2H abordará, en primer lugar, el desarrollo de fotocatalizadores que sean activos cuando se utilice agua de mar.
