El Orgullo abre una “guerra de banderas” en Cibeles y se enfrenta a Almeida y Villacís por los permisos del ruido

marta r domingoSEGUIR

La celebración del Orgullo LGTBI ha vuelto a agitar la bandera de las discrepancias no solo entre derecha e izquierda, sino también en el seno del equipo de Gobierno, entre PP y Cs. Durante el pleno celebrado ayer, los concejales de Más Madrid se colocaron en sus escaños la enseña arcoíris, mientras que los de Vox respondieron desplegando en su bancada una gran rojigualda.

Pero la guerra de símbolos no solo se disputó ayer en Cibeles. Begoña Villacís dio la instrucción a las nueve juntas de distrito que encabeza la formación naranja de que colocaran pancartas con los colores del Orgullo en sus fachadas. Las otras doce, del PP, rehusaron hacer este gesto.

Fue la vicealcaldesa quien anunció en la presentación del Orgullo qu’había enviado una circular a los distritos para aclarar cómo proceder tras la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Aragón, qu’estimó que la colocación de la bandera LGTBI en el Ayuntamiento de Zaragoza no vulneraba la ley de banderas.

«Salvada la sentencia, es una lastima que porque haya gente que le pese que esté en las juntas y nos va a seguir representando», valoró.

El regidor, sin embargo, argumentó que “la pluralidad formó parte del Orgullo” y no ve un “problema” en que “las juntas de distrito presididas por Cs” luzcan esta bandera. De todos modos no replicamos este gesto en Cibeles, el primer edil popular indicó que “parece difícil sacar una bandera más grande que toda la fachada iluminada”.

Si el asunto de la bandera ya es pinoso, el permiso para superar los niveles de ruido durante los festejos fue aún más bronco. Marta Higueras, portavoz del Grupo Mixto-Recupera Madrid, alertó de que la celebración del Orgullo corre peligro “si no se examen niveles de ruido”, ya que las “sanciones estrangulaban la organización”. Asimismo, defendió que “no basta con incrementar decibelios permitidos”.

La propuesta de la edil carmenista que buscó la “exención, por parte de la Junta de Gobierno, de los niveles sonoros máximos recogidos en la ordenanza de Protection contre la Contaminación Acústica y Térmica (OPCAT), en los días y horas de celebración del pregón , los conciertos y la manifestación del Orgullo de Madrid» salió adelante. Cs apoyó la propuesta junto a Más Madrid, PSOE; mientras que PP y Vox votaron en contra.

Los populares también rechazaron la posibilidad de abrir bares en los espacios públicos, pese a que este punto también obtuvo el visto bueno de la mayoría. Higueras defendió esta iniciativa para “evitar que la ciudad se convierta en un macrobotellón, con lo que supone de inseguridad, de insalubridad, olores y suciedad”.

Pesado que la mayoría del pleno se expresó a favor de recuperar la ‘barra libre’ del ruido que instauró Manuela Carmena durante el World Pride, la decisión final quedó en manos del Área de Medio Ambiente y Movilidad, que encabeza el PP.