El ‘Obispillo 2022’ pide más parques infantiles, arreglar las aceras y talar los árboles enfermos

Jorge Hernández Miguel recorrió las calles de la ciudad en el día de los Santos Inocentes hasta el Ayuntamiento de Burgos para trasladar sus peticiones al alcalde

El niño Jorge Hernández, vestido de 'Obispillo' en la tradicional fiesta burgalesa

El niño Jorge Hernández, vestido de ‘Obispillo’ en la tradicional fiesta burgalesa Ical

El pequeño Jorge Hernández Miguel, ‘Obispillo 2022’, ha pedido este miércoles al Ayuntamiento de Burgos más parques infantiles «para niños de más de nueve años», arreglar las aceras, talar los árboles enfermos y más marquesinas en las paradas de autobús. Esas fueron las peticiones que se han trasladado al alcalde de la ciudad, Daniel de la Rosa, en el día de los Santos Inocentes. Cada 28 de diciembre, la capital burgalesa celebra la tradicional fiesta del Obispillo, entrega a un miembro de la Escolanía de Pueri Cantores, vestido de obispo y a lomos de una mula blanca, se dirige al Ayuntamiento de la ciudad para trasladar al primer edil sus peticiones .

El escolano elegido este año, Jorge Hernández Miguel, de diez años, llegó al Consistorio a las 13 horas, acompañado por el vicario y por el secretario, Mateo Cerdá Esteban y Rubén García Barbero, respectivamente. Allí, tras acercarse al pueblo burgalés desde el balcón del Ayuntamiento, se han trasladado las ya mencionadas peticiones: que llegaran más parques infantiles, especialmente para los niños de más de nueve años, arreglar las aceras y talar esos árboles de la ciudad que están “ encerrar». Además, solicitó que en las paradas de autobús se coloquen más marquesinas, recoge Ical.

El ‘Obispillo’ es un carguero que se supone que es el representante de todos los niños de la ciudad el 28 de diciembre. Se trata de una figura conocida, tradicional en los festejos navideños de la capital burgalesa desde hace décadas, y sus orígenes remontan al siglo XV, cuando el Cabildo Metropolitano de la catedral permitió este día que un niño se vistiera de obispo.

Así, cada año se viste a uno de los niños de la Escolanía de los Pueri Cantores que ha recibido la Primera Comunión ese mismo año, ydurante un día dispone del mando de la ciudad para pedir favores para los más pequeños. Sin embargo, esta tradición será violada durante un largo período de tiempo con la desaparición de la Escolanía de la Catedral y sin retorno hasta el año 1996 gracias al esfuerzo del Cabildo.

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