El mayor aumento de la morosidad en 12 años anticipa una oleada de cierres de negocios

El empeoramiento de la salud de la economía parece reproducirse por momentos y ya no es solo el mercado laboral el que comienza a dar síntomas de fatiga. También el tejido productivo empieza a mandar señales de peligro, con un aumento disparado de la morosidad entre las empresas del sector privado que anticipa una limpia de liquidación que terminará por dar la puntilla a millas de negocios ya al borde del cierre por el fuerte aumento de los costos de producción que hemos podido cubrir con el aumento de ventas en el primer año sin restricción tras la pandemia. Así, el mayor incremento de la morosidad empresarial en 12 años supone una más y otro obstáculo para la recuperación y el crecimiento de la economía en los próximos meses. En concreto, según informa publicado ayer por Cepyme con el Indicador Sintético de Morosidad Empresarial (ISME), durante el primer trimestre del año la morosidad empresarial en España aumentó un 3% respecto al trimestre anterior y en 3,9 puntos porcentuales en términos interanuales, lo eso se traduce en los mayores avances en más de 12 años (desde la creación del indicador en 2010). En una reciente entrevista con ABC, el presidente de Cepyme, Gerardo Cuerva, anticipó un «calor» en cualquier empresa que podría acrecentarse al calori de la inflación y la escalada de precios de producción de más del 23% y por el final de la moratoria concursal. A lo que habrá que agregar el efecto de la subida de tipos sobre el acceso de las pymes a la financiación. Todo ello amenaza, según la Confederación, la viabilidad de un 16% del tejido productivo. Así, según el estudio, la deuda comercial con retraso de pago alcanzó el 73,3% del total, 3,6 puntos más que en el trimestre anterior, alcanzando un volumen de 348.992 millones de euros, un 42% más que en el mismo periodo del año anterior . Se retrasa el plazo de pago En este sentido, el primer testigo de aumento de la morosidad, el período medio de pago en el que las empresas liquidan sus deudas entre sí, ya ofreció una tendencia preocupante. En el primer trimestre de 2022 ha ascendido a 83,9 días de media, finalizando en 81,4 días del trimestre anterior y 82,6 días del primer trimestre de 2021. se debe en buena medida a la desaceleración de la economía, afectada por la escalada de precios y las consecuencias del conflicto de Ucrania, que están teniendo efectos negativos sobre la recuperación económica y directamente la liquidación de las empresas”, señala Cepyme como las causas de las cifras negativas que arroja el estudio. Asimismo, advierte en la organización de que como las empresas no están transmitiendo la totalidad de las alzas de sus costes al cliente final se está traduciendo en una menguante tesorería, “lo cual afecta a la capacidad de pago a los proveedores”. De hecho, un número creciente de empresas reconocidas es un problema y es un negociando con sus proveedores una ampliación de los plazos de pago. “Esta situación explicará la subida del medio plazo del pago observado en el primer trimestre y que las previsiones se hayan respetado sean negativas”, señalan desde Cepyme. Los intereses, la puntilla Sin embargo, no solo el problema de la morosidad repercusiones en el retraso a la hora de cobrar por unos servicios prestados o una venta de bienes realizados. Tene un doble coste para el negocio, por un lado, en términos de dificultades de financiación para cubrir la demora en el pago y, por otro, en intereses de mora exigibles, que estiman para este período en 1.831 millones de euros, si tenemos en cuenta un medio retraso en el pago de 23,9 días y un tipo de interés legal de mora del 8%. Este coste supone un 50,5% más que en el mismo período del año anterior (1.217 millones de euros). Noticia Relacionada Entrevista estandar Si Cuerva (Cepyme): «El Gobierno quiere estigmatizar a la empresa y enfrentarse a la sociedad» Susana Alcelay Recuerdan desde Cepyme que la demora en el pago de facturas incide especialmente en las empresas de menor tamaño, que tienen mayores dificultades de access al credito y que sufren más esspecialmente la morosidad al tener más concentrada su base de clients. En este contexto y tras años de restricciones por la crisis sanitaria, la rentabilidad de la pyme española se sitúa al menos un 20% por debajo de los tiempos prepandemia, lo que explica la mayor dificultad para mantenerse al día con los pagos.