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La etapa se produce cuando un grupo de cruceristas vistos en autobús ha conocido un barco, amarrado en Civitavecchia, tras un día de suela y asombro en Roma. El autobús ha parado unos minutos cerca de un bar y de un baño, y sus pasajeros han bajado unos minutos para grabar en su memoria (y en la de los móviles) uno de esos mágicos atardeceres de invierno en la Ciudad Eterna.
En esas estaba la tarde y el cansancio, cuando, súbito, uno de esos pasajeros pensó con el dedo el horizonte y murmuró:
-¿Habéis visto eso?
‘Eso’ fue una perfecta formación de kilómetros o décadas de kilómetros de estorninos. Se cree que cada invierno podrían contarse en Roma entre 500.000 y un millón de estas aves migratorias que vuelan en bandadas procedentes del norte de Europa.
A este fenómeno, los británicos le llaman ‘murmuraciones’, y es sin duda uno de los spectáculos naturales más impresionantes a los que se puede asistir.
Los estorninos son pájaros de cabeza pequeña, alas y cola largas, y plumaje negro de reflejos verdes y morados y pintas blancas. Se agrupan en bandadas gigantescas decenas de miles de ejemplares (entre 40.000 y 50.000, según algunas estimaciones) que se mueven al unísono, perfectamente sincronizados, hasta pintar el cielo de negro.
Estatua de Vittorio Emanuele II en Piazza Venezia, en el centro de Roma – Vincenzo PINTO / AFP
Roma es una de las mejores ciudades de Europa para presentar una de estas ‘murmuraciones’, sobre todo entre diciembre y febrero. Los estorninos, que también provocan montañas de excrementos y otras molestias, forman una impresionante silueta en el cielo. Dicen que los modelos algorítmicos complejos aún no han explicado su forma de viajar, que, en ese momento, parece una sola y enorme manga que vue la con perfecta coordinación.
Los científicos utilizan la expresión ‘complejidad emergente’ para describir esas formaciones: un fenómeno que se explica como los «componentes individuales de grandes grupos trabajan juntos con las mismas reglas, pero más simples, para crear sistemas diversos e intrincados». Es decir, cada uno de ellos realiza acciones simples para formar una estructura compleja.
La explicación de estos sistemas completos, con un gran número de componentes que tienen un comportamiento inexplicable si se separan, es la base del último Nobel de Física, entregado a Syukuro Manabe, Klaus Hasselmann y Giorgio Parisi, otorgado por este método describe completo sistemas y predecir su comportamiento a gran plazo.
Muchas de esas aves llegan en invierno a la península ibérica, por ejemplo a Extremadura, donde se encuentran estorninos negros y pintos, que también dibujan ‘murmuraciones’ parecidas -aunque más pequeñas- a las escocesas (donde suelen acurdir los fotógrafos en busca de imágenes inolvidables) oa las de Roma. En la ciudad la temperatura es más alta y hay más luz, circunstancias que podrían explicar su gusto por este destino.
Algunos vecinos de Roma muestran en estas fechas su exasperación por las molestias que provocan estas enormes bandadas. Según Afp, las autoridades han tratado de alejarlos con halcones y con rayos láser, pero el método sonoro (grabaciones de unos die minutos emitidos por altavoces, con pausas para que no se acostumbren al ruido) parece que se ha mostrado como el más eficaz. Para los turistas, en cambio, esa estampa cuando se escapa el sol es de una belleza impagable.