Telecinco sigue intentando encajar las piezas de su programación, razón por la cual ha trasladado el ‘Deluxe’ otra vez a la noche de los viernes. Este 26 de febrero Jorge Sanz ha sido uno de los invitados del programa. El actor se ha abierto en canal sobre su faceta más personal, hablando sobre la relación que mantiene con su nieta y con su hija, a la que conoció con 18 años.
A nivel laboral, por supuesto, Sanz también ha tenido mucho que cortar con los colaboradores de ‘Viernes Deluxe’. A sus 52 años, el madrileño lleva cuatro décadas delante de las cámaras, acumulando en su currículum más de 60 películas, pero también algún papel fallido.
El más sonado: cuando Pedro Almodóvar lo despidió del reparto de ‘Carne Trémula’.
El protagonista de ‘Belle Époque’ y ‘La niña de tus ojos’ iba a interpretar el rol de Víctor, aunque fue sustituido por Liberto Rabal. Esta noche se ha sincerado en el espacio de Telecinco sobre ese episodio de su carrera. “Pedro tiene una gran personalidad, es un artista muy especial. Pero para trabajar con él hay que jugar a su juego”, ha aclarado, reconociendo también sus errores. “Cuando flu a trabajar con él era un chulito arrogante, a mí no me tosía ni Blas”, ha asegurado.
“No me interesaba para nada su mundo, me daba igual, yo iba a hacer mi película, y fuera. Y no, no es así. Cuando trabajas con alguien que tiene una personalidad tan potente tienes que entrar al trapo”, ha añadido el actor.
Despido desde el bar
Así las cosas, lo invitaron a irse. “El propio Almodóvar en persona me dijo, mientras tomábamos una copa, que la cosa no funcionaba. Llevábamos una semana trabajando ya, fue un trauma. Creo que me saquearon en uno por renuncios, riéndome de alguna cosa que hubiera hecho él”, ha explicado.
Lógicamente, no daba credito a la situación. “Eres un palo muy grande. Cuando echan a alguien de una película en teoría es porque ha metido la pata». No obstante, ha admitido, “a mí el personaje me gustaba mucho, además Javier (Bardem) y yo habíamos trabajado mucho y estábamos muy unidos, Pero no así con Pedro. Qué va a hacer”.
A pesar de todo, ha puntualizado que no tiene nada que reprocharle al director manchego. «Él tiene su mecánica y yo no entre al trapo». De hecho, se han encontrado varias veces desde entonces y el trato ha sido cordial. Tanto es así que al actor le encantaría que lo llamara para una futura película… Con una condición. “Firmando una cáusula de rescisión, como los futbolistas”.
