Años después de su boda, en septiembre de 1999, Iñaki Urdangarin y la Infanta Cristina de Borbón dio la bienvenida supieron dar prioridad a su hijo, Juan Valentin. Después nacerían Pablo Nicolás, Miguel e Irene, su única hija.
La pequeña, de 17 años, es la única que sigue viviendo con su madre en Suiza hasta que finalice sus estudios en el prestigioso colegio Colegio Internacional de Ginebra (también conocido como Ecolint). La calidad de la enseñanza escolar fue uno de los criterios que contribuirá a que, en 2013, los Urdargarin se decanten por esta ciudad suiza que ofrece más de una educación exquisita, importante calidad de vida. En este exilio dorado, los cuatro hijos del matrimonio pueden pasar desapercibidos y hacer una vida casi normal.
Aunque los últimos años de los jóvenes no han sido nada fáciles. El intrusion en prision de Iñaki Urdangarín en 2018 por prevarication, embellement, tráfico de influencias, fraude a la Administración Pública y dos delitos fiscales hizo que su vida cambiase radicalmente, a pesar de los esfuerzos de la hija del Rey Don Juan Carlos y Doña Sofía Porque sus hijos creen en la tranquilidad del ‘anonimato’.
Sin embargo, el golpe más fuerte para la familia llegó hace ahora un año, cuando la revista ‘Lecturas’ publicó en exclusiva las imágenes de Iñaki Urdangarin acompañado de una joven desconocida, que no era su mujer. Aunque no había un beso como tal, en una de las instantaneas se appreciaba como el exdeportista la cogía de la mano. Una relación que pocas semanas después se confirmó.
A partir de entonces, la imagen de los hijos de la hermana del Rey Felipe VI se han situado en primera plana de los medios, cuando antes pasaban desapercibidos. Todos ellos han visto como los reporteros les siguieron los pasos en busca de alguna declaración sobre la separación de sus padres. Todos menos Irene que ha conseguido seguir protegida bajo el ala de su madre en Ginebra.
Poco o nada se sabía de la joven hasta esta semana cuando ha acudido junto al resto de la Familia Real española -con la notable ausencia de la Princesa Leonor y su hermana, la Infanta Sofía- al funeral de Constantino de Grecia, hermano de la Reina Sofía.
Irene junto a su hermano Pablo gtres
Durante su breve visita a Atenas, Irene no notó durante el desfile real que no dejó el carruaje oficial a la entrada de la catedral, debido a que incidió en el cambio físico. Ha pasado de ser una niña rubia y tímida a una joven con una elegancia y estilo que no han pasado despercibidos.
La décima en la sucesión al trono, vestida de riguroso luto, ha lucido un vestido corto y un abrigo de solapas con unas medias tupidas negras y unos elegantes tacones de punta redonda con acabado acharolado a juego con un pequeño bolso con cadena dorada y unos pendientes del mismo color.
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La joven apunta maneras y ya empieza a destacar por su estilo, como pudo comprobarse en otra aparición, el pasado 20 de diciembre, junto a su abuela cuando acudió a un concierto en el Auditorio Nacional de Música de Madrid con motivación del cumpleaños de la Infanta Elena.
Con una cazadora de cuero y unos culottees de campana del mismo color. La joven destacó por su impresionante melena rubia recogida en una coleta pulida con ondas, adornada con unos pendientes en dorado largos.
