El Gobierno desmantela por fin el cementerio nuclear de Villar de Cañas

El Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico ha desestimado finalmente la creación de un cementerio nuclear, al sur de la plantada en Villar de Cañas (Cuenca). En el proyecto de Plan General de Residuos Radiactivos enviado al Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) ya las comunidades, el Gobierno contempló que cada central guarde sus propios residuos radiactivos, según ha avanzado El País y ha confirmado ABC.

En este documento se establece la política para la gestión de residuos radiactivos y el desmantelamiento de las instalaciones nucleares y debe obtenerse previamente para ser aprobado por el visto bueno del CSN y la autonomía.

El texto enviado contempla el cese de la operación de las centrales nucleares entre 2027 y 2035, así como el inicio del desmantelamiento de las centrales nucleares a los tres años de suc cesse de operación definitiva, excepto el de Vandellós I, cuya última fase se ejecutará a partir de 2030. En este contexto, la duda a resolver era que hacer con los residuos nucleares una vez finalizada su vida útil. El proyecto del almacén de residuos nucleares de alta actividad se remonta a diciembre de 2011, cuando el Gobierno del PP, con Mariano Rajoy, eligió a Villar de Cañas para su construcción. Un proyecto que pretendía bloquear al PSOE mientras volaba a gobernar Castilla-La Mancha. La actual ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, también se había mostrado desfavorable y decidió paralizar el proceso a la espera de diversos informes.

Ahora, el proyecto que espera aprobar el Gobierno contempla la puesta en marcha de siete Almacenes Temporales Descentralizados en los emplazamientos de las centrales eléctricas para el gastado y los residuos de alta actividad, hasta su traslado al almacenamiento definitivo, que será en un almacenamiento geológico profundo Es decir, se descarta ya la opción del ATC.

Una vez recibidos los informes del CSN y de las autonomías, el Ministerio elaborará un informe final y lo remitirá al órgano ambiental para que formule la Declaración Ambiental Estratégica. Posteriormente, será aprobado por el Consejo de Ministros y posteriormente comunicado a las Cortes Generales ya la Comisión Europea, en cumplimiento de la Directiva de gestión de residuos radioactivos.