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La imagen, desde luego, resulta de lo más sorprendente y da alas a la imaginación. Después de capturar una cámara para las cámaras de Curiosity, el rover de la NASA que encontró el cráter Gale de Marte a partir de 2012, estudié una serie de depósitos minerales. Y uno de ellos, de apenas un cm de ancho, era precisamente una hermosa roca ramificada y cuyas formaron nuestro recuerdan a las del coral.
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Ahí terminó, sin embargo, tal similitud con un ser vivo. Se trata de un mero depósito mineral, caprichosamente esculpido por el agua cuando esta aún cubría una buena parte del planeta rojo.
El rover obtuvo la imagen de esta diminuta flor mineral el pasado 25 de febrero y muy cerca del Monte Sharp, que se alzó en el centro del cráter Gale.
La imagen es una composición de varias tomas obtenidas con el Mars Hand Lens Imager de Curiosity, capaz de capturar primeros planos con una lupa. Este tipo de foto compuesta permite que el rover produzca imágenes muy detalladas.
La roca, que ha recibido el nombre de Blackthom Salt, es un compuesto de minerales que se han precipitado a través de la mezcla en el agua antigua de Marte, según Abigail Fraeman, científica de Curiosity. Este tipo de rocas pueden tener varias formas, desde ramificadas, como es el caso, a prácticamente esféricas, como las otras que aparecen en la misma fotografía.
«Hemos visto características diagenéticas con formas similares antes -afirma Fraeman-, pero esta forma dendrítica es particularmente hermosa».
Hasta ahora, Curiosity ha descubierto varias otras características diagenéticas, algo que no resulta sorprendente porque se cree que el cráter Gale pudo ser, en el pasado, un gran lago de más de 150 km de ancho. En 2004, el ‘hermano mayor’ del Curiosity, el rover Opportunity, descubrió una serie de pequeñas esferas minerales de color azul en Meridiani Planum, una llanura cerca del ecuador marciano. Por su tonalidad, que se debe su alto contenido de hematita (óxido de hierro), las se conocen como ‘los arándanos marcianos’.
En todos los casos, seguir documentando estas formaciones rocosas es importante para ayudar a los investigadores a determinar cuándo exactamente se dejó el agua líquida de Marte. «Podemos aprender más sobre la compleja y longeva historia del agua en Monte Sharp», asegura Fraeman. Y eso podría revelar más información sobre cuánto tiempo el entorno podría haber sido potencialmente habitable para la vida.