El color de las plumas varía como respuesta a la humedad

Un estudio, llevado a cabo por un equipo científico de la Universidad Rey Juan Carlos y el Museo Nacional de Ciencias Naturales (MNCN-CSIC), examinó experimentalmente si las aves tienen la capacidad de ajustar su color para adaptarse a las condiciones ambientales. “En concreto, probamos si los gorriones domésticos, Passer domesticus, modifican su coloración cuando se enfrentan a condiciones variables de humedad. Para ello expusimos a las aves a dos ambientes con diferente humedad relativa (húmedo frente a seco) seis meses antes de la época de muda y, una vez mudadas las plumes, mediamos la coloración en las plumes recien déarrolladas”, explicó Isabel López Rull, Investigadora de la URJC y coautora del estudio.

El estudio de los cambios en la morfología, fisiología y comportamiento de los organismos en función de las condiciones de temperatura y humedad de su entorno es importante al tiempo que se interpretan los patrones biogeográficos actuales como análisis de su posible adaptación al cambio climático. Sin embargo, a pesar de la relevancia de estas investigaciones, existen pocos estudios sobre las variaciones de color en respuesta al clima en los animales endotermos, es decir, aquellos que son capaces de regular sur la temperatura corporal mediante el metabolismo como aves y mamíferos.

Los resultados de esta investigación, publicados en la revista científica Scientific Reports, revelan que tienen la capacidad de modificar su color en respuesta a una variable ambiental. “Los gorriones del tratamiento húmedo desarrollaron un plumaje más oscuro que los del tratamiento seco. Nuestro resultado proporcionó la primera evidencia inequívoca de que la capacidad individual de las aves para ajustar su color podría ser una posible adaptación a los ambientes climáticos en los animales endotermos”, subraya el investigador del MNCN Juan Antonio Fargallo.

Reglas de Gloger

Una regla ecogeográfica clásica que vincula la coloración de los animales endotermos con el clima es la regla de Gloger, que predice individuos más oscuros (aquéllos con más pigmentos en sus plumas o pelo) en regiones cálidas y húmedas. En este caso, un punto clave para entender el mecanismo de esta teoría es probablemente si los endotermos tienen la capacidad de modificar el color en respuesta a la temperatura y la humedad. Tal y como explicó Isabel López Rull: “Si el animal endotermos tiene la capacidad de hacer variar su coloración y la humedad promueve su oscurecimiento, como se supone por la regla de Gloger, las aves alojadas en un ambiente húmedo pueden ser más oscuras que las aves alojadas en ambiente un ambiente seco».

A partir de esta hipótesis, los experimentos realizados con el han demostraron que la coloración del plumaje en respuesta a la humedad es consistente con las predicciones de la regla de Gloger.

Para realizar estas comprobaciones, la duración del tratamiento experimental tuvo que ser de seis meses con el fin de abarcar el período de muda de las plumas -que en gorriones ocurrió entre julio y septiembre- y garantizar que al final del tratamiento todas las aves se desarrollaron un nuevo plumaje. “Pasados ​​los seis meses desde el inicio del tratamiento, medimos la coloración del plumaje en diferentes zonas del cuerpo usando un espectrofotómetro y fotografías digitales. Al finalizar el experimento las aves fueron liberadas en su lugar de captura”, señala el investigador de la URJC.

Este trabajo formaba parte del proyecto de investigación «Variación ambiental en el color melánico: una aproximación experimental a los mecanismos que subyacen a la regla de Gloger», la investigadora principal es Isabel López Rull.