El atleta que surgió de la pandemia

Katir ha aprendido a correr. Salió con un plan prefijado, siguió la sombra de Ingebrigtsen, no se separó nunca del noruego. Y lo cumplió a rajatabla, tanto bajo el trote cochinero de las primeras vueltas como con el ritmo creciente del último kilómetro. La puesta en escena jamás rompió su guion mental. La final de 5.000 metros se reveló de repente como una carrera endiablada, lentísima y llena de gente y peligros por todas las partes. Pero el de Mula se adhirió al prodigio nórdico desde el principio y siempre dio la sorprendente sensación de ir cómodo. Aguantó todo lo que pudo, reaccionó bien al ‘in crescendo’ de las últimas vueltas y dio la talla hasta que el noruego dijo basta en la recta final, cuando se hartó yy decidió poner su clase sobre la mesa. Surgido de la pandemia Mohamed Katir. Cuando el atletismo languidcía y los corredores se enfrentaron a la incertidumbre y a la monotonía de correr sobre una cinta confinada, el atleta callado, de sangre marroquí y forja murciana, fue protagonizando un salto de calidad tremendo que estalló con unos espectaculares récords en 2021. Relacionadas estandar Si Mo Katir: “Aspiro a tener mi propia casa y no vivir con mis padres” Ignacio Romo estandar Si mundial de atletismo José Luis González: “Katir corre como me gusta, escondido y apareciendo en la campana, buscando cadáveres” Ignacio Romo Levantó muchas cejas el año pasado pero ya no sorprende a nadie. Es un fino mediofondista, dotado de un talento especial. Se mueve a gusto en pruebas lentas y rápidas, sostenidas o alocadas. Y tiene otra cualidad valiosa: se muestra siempre muy atento en carrera, interpreta con rapidez cualquier cambio, cualquier movimiento relevante. Inteligencia táctica. En Múnich, Katir ha confirmado lo que ya mostró hace un mes en los Mundiales. Que no teme a nadie. Quizá lo mejor fue su reacción final. No quedé contento con la plata, parecía decepcionado. Este chico es ambicioso. Se pegaba al hombro de Ingebrigtsen y lo acechaba con el colmillo afilado, como cuando Ovett o González preparaban sus hachazos finales. “Quiero descansar después de Múnich”, afirmaba hace unos días en este diario. Ojala no lo haga. Este verano todavía tiene mucha vida en sus piernas.