El argentino Mauricio Dayub se presentó en España con el espectáculo unipersonal ‘El equilibrista’

julio bravoSEGUIR

Mauricio Dayub pide una amplia y reconocida trayectoria como intérprete y como autor en su Argentina natal, pero nunca se ha presentado en nuestro país. Ahora lo hace, dice, con tanta ilusión como nervios, con un espectáculo unipersonal titulado ‘El equilibrista’, una obra que le ha valido, entre otros premios, el Konex de Platino al Mejor Espectáculo Unipersonal de la Década. Dayub lo ha escrito junto a Patricio Abadi y Mariano Saba; la dirección es César Brie. Se presentó del 4 al 8 de mayo en los Teatros del Canal.

No hay que confundir, dados, los espectáculos unipersonales con los ‘stand up Comedy’. “La gente escucha ‘unipersonal o ‘monólogo’ y cree que va a escuchar hablar a una persona; yo no creo el espectáculo para contarlo o mostrarlo, sino para hacérselo imaginar al espectador, y no sabía si eso iba a ocurrir.

Pero después de más de quinientas funciones ya tengo la respuesta. La gente que ha visto ‘El equilibrista’ -sigue Dayub- no dice que ha visto un espectáculo unipersonal, sino que ha visto a su padre, a su abuelo, a su hermano… Esa es la magia que tiene el espectáculo».

Sí que ‘El equilibrista’ es un espectáculo totalmente teatral, asegura Dayub, que incluye Posee su propia sala, del extravagante número: Chacarerian Teatre. “El teatro que me ilusionaba, -dice- con el que yo me formó, es un teatro que a mí me hacía imaginar cosas; ahora todo se muestra a través de la pantalla, se dice o se cuenta, y yo quería invertir eso».

“Yo cuento la historia de mi familia -explica el actor argentino-. Pero mostramos una parte para que el espectador vea el todo, y el público no ve a mi familia, sino a la suya propia, y ahí es donde residen, creo, la fuerza del espectáculo. La gente no conoce a mi familia, no saldría tan conmovida por ella, lo hace porque reconoce en la mía a su propia familia”.

Cuenta Dayub -y se emociona al hacerlo- que en una ocasión, rodando una película, viajó a Italia y decidió ir al pueblo de donde era originaria su familia materna. Allí encontró a la hermana de su abuela. “Y met una historia que cambió la mía, algo muy fuerte que nunca pensé que iba a poner sobre el escenario. Sin embargo, cuando estábamos armando el espectáculo, vimos que no había personajes femeninos; los cuentos son historia a los autores que han trabajado conmigo y excluirla. Eso terminó de redondear el espectáculo y lo que ha conectado más con la gente”.

Sigue la raíz familiar. “Mi abuelo decía una frase: ‘El mundo es de los que se animan a perder el equilibrio’ -cuenta Dayub-. Y yo sentí que frente al público tenía que animarme a perder el equilibrio». Aprendió funambulismo “no creí que lo lograría, y el director tenía un finale alternativo”- y, añade, “la metáfora cristalizó y cobró un plus. Ahí es donde ‘El equilibrista’ tiene una zona mágica que va entre la vida y la ficción, eso que es muy difícil de describir».