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Poco después de que comenzara la invasión de Ucrania por parte del ejército de Rusia, Roman Abramovich comenzó a poner buena parte de sus activos a recaudo. Puso su firma de inversiones Norma Investment cuenta con varias empresas y compañeros de piso en la venta de una espectacular mansión en Kensington, Londres. Algunos días después, hacía lo mismo con su más querido, el Chelsea FC, el club de fútbol que es el vigente ganador de la Champions League. Sabía que buena parte de su fortuna podría correr peligro por su estrecha asociación con Vladimir Putin, presidente de Rusia y quien decidió la agresión a Ucrania.
Abramovich se escapó en poner su fortuna fuera del alcance de las sanciones de EE.UU. y sus socios occidentales -es uno de los siete oligarcas rusos castigados
-, pero no lo logrará con una de los activos que otorgan el estatus de multimillionario: su espectacular jet privado.
Un Gulfstream G650 tiene número de Abramovich se encuentra entre los centenarios de aviones atados a Rusia que han violado las sanciones a las exportaciones impuestas por EE.UU. Así lo ha anunciado esta semana el Departamento de Comercio de EE.UU., que detalla el tipo de avión y el dueño en la lista de identificados.
La directiva estadounidense impone que dar cualquier servicio a estos aviones -como repostaje, mantenimiento o reparaciones- supone una vulnerabilidad de los medios de control ante las exportaciones a Rusia impuestas por Washington tras la invasión de Ucrania.
Quienes las incumplan se enfrentarán a “important penas de cárcel, multas, pérdidas de privilegios para la exportación y otras restricciones”, advierte la directiva. La consecuencia automática es que estos aviones, en estas condiciones, no podrán volar.
“Hemos publicado esta lista para advertir al mundo de una cosa: no permitiremos a las compañías y oligarcas rusos y bielorrusos pueden viajar con impunidad mientras vulneran nuestras leyes”, aseguró en un comunicado la secretaria de Comercio de EE.UU., Gina Raimondo.
La normativa estadounidense aprobada tras la invasión de Ucrania afectaba a aquellos aviones que tenían más del 25% de la producción estadounidense y que habían sido reexportados a Rusia desde que los controles a Rusia entraran en vigor.
La mayoría de los aviones afectados son fabricados por la estadounidense Boeing y operados por compañías de Rusia y Bielorrusia. Entre ellas está Aeroflot, la aerolínea de bandera de Rusia. Otras empresas son AirBridge Cargo, Utair, Nordwind, Azur Air y Aviastar-TU.
Imagen de Roman Abramovich en el aeropuerto de Tel Aviv, Israel – Reuters
Abramovich, afincado en Londres desde hace décadas, consiguió llegar a Moscú el pasado lunes. Se le vio en el aeropuerto Ben Gurion de Tel Aviv, Israel. Hasta había llegado en la víspera un jet privado desde Moscú, que pronto usó el oligarca ruso para volar a la capital rusa, con escala en Estambul. Reuters informó que la web de seguimiento de vuelos Radarbox ha detectado que la matrícula del avión utilizado era LX-RAY. Ese es el mismo Gulfstream al que ahora EE.UU. ha cortado las alas.