A partir de entonces, la tensión entre China y Estados Unidos a cuenta de Taiwán aumenta exponencialmente y prácticamente en paralelo a la invasión rusa de Ucrania. En este contexto, la visita de Nancy Pelosi, presidenta de la Cámara de Representantes, a la isla del Pacífico la atención de todo el mundo, temeroso de un enfrentamiento entre las dos grandes superpotencias mundiales, con permiso de Moscú. A hipotético enfrentamiento es impredecible, y dada la potencia militar de ambos países, parcece poco probable que lleguese a una guerra abierta y directa. Sin embargo, se pueden realizar comparaciones para vers sus capacidades defensivas relativas. Antes de analizar cualquier dato, hay que tener dos cuestiones en cuenta. Primera, que la mera contraposición de cifras no acaba de ofrecer una imagen completa de ninguno de los dos países. La segunda es la información asimétrica. Mejor que EE.UU. ofrece detalladamente la composición de su Ejército, dado que es una democracia donde hay una fiscalización de la actuación pública; las cifras de China siempre se basan en estimaciones y tienen ciertos puntos ciegos. Código Desktop Imagen para móvil, amp y app Código móvil Código AMP 5900 Código APP Un ejemplo de ello es el dinero destinado a la defensa. Biden anunció el pasado mes de marzo que había presupuestado un gasto de 813.000 millones de dólares; lo que supone un 4,18% de su PIB de 2021. Por su parte, en la sesión inaugural de la Asamblea Nacional Popular china se informó que se generarán 209.646 millones de dólares además de fuerzas armadas (1,4% del PIB). Pero esta cantidad tiene un asterisco. El SIPRI —institución independiente dedicada a la investigación de conflictos y control de armamentos— calculó en un informe de 2019 que el gasto real supera en un 40% al presupuesto oficial. Un aumento del 539% del presupuesto militar chino En cualquier caso, lo que está claro es que Pekín está reforzando su poder militar. Y cada vez dedica más dinero. Desde el año 2000, ha incrementado un 539% su presupuesto, mientras que EE.UU. solo un 60%. A esta escalada se le añade el propio crecimiento económico del gigante asiático. Según Goldman Sachs, en el año 2030 China superará a EE.UU. en el PIB y para el 2050, tendrá 35 billones de dólares más. En cuánto a los efectivos actuales, todavía existen diferencias entre ambos ejércitos, aunque cada vez se van a reducir más. En el apartado de personal, los chinos tienen unas fuerzas compuestas por dos millones de almas por el millón trescientos mil de estadounidenses. Aunque hay más chinos, proporcionalmente con su población total es menor. El servicio militar es obligatorio en China: dura dos años y tiene que prestarse entre los 18 y los 22 años Sin embargo, en el país asiático el servicio militar es obligatorio por un período mínimo de 2 años. Existen dudas sobre la efectividad de tal obligación, debido a la ingente cantidad de población, pero se han conocido casos de sanciones contra aquellos que han intentado librarse. El factor humano, gran ventaja de EE.UU. La gran diferencia respecto a las tropas reside en el factor humano. EE.UU. cuenta con una amplia e histórica experiencia en cuanto al combate, sobre todo entre los mandos, mientras que en el ejército chino adolece de un cierto grado de corrupción y nepotismo en las altas esferas, lo que perjudica le bastante, algo que ya ha pasado a Rusia en la Guerra de Ucrania. Sin embargo, Xi Jinping anuncia su intención de modernizar por completo sus Fuerzas Armadas para 2035. Demasiados extranjeros 177.000 soldados de EE.UU. están fuera del territorio, mientras que China tiene menos de 5.000 desde Washington, además, se han enviado tropas a otros países y su presencia en el extranjero es abrumadoramente superior a la china. Más de 177.000 estadounidenses se encuentran fuera de sus fronteras, con 65.000 en Europa o 56.000 en Japón, por ejemplo. La presencia fuera de China de su Ejército es comparativamente insignificante: no llega a 5.000 desplazados. Pero lo interesante aquí es observar las tendencias. Desde Pekin se ha cambiado la stratagia china militar, pasando de una actitud defensiva ante los peligros más cercanos (Taiwán, Corea del Sur y Japón), a una expansión por otras latitudes, con especial atención por el continente africano. Otro punto en el que son interesantes las tendencias es en materia nuclear. El número de ojivas que dispone el Pentágono no es comparable al chino: 3.708 por las 350 que estima tiene Pekín. Pero, mientras que EE.UU. está reduciendo sus existencias nucleares —en el 2011 tenía 8.500—, China está en aumento. Hace diez años solo tenía 200 y hay informaciones que señalan que están construyendo 300 silos nucleares; aunque de nuevo, la nebulosa en cuanto a la información invite a ser cauteloso. En cualquier caso, los asiáticos son ya, tras Rusia y EE.UU. la tercera potencia nuclear. Con todo, está el panorama de los acontecimientos en Ucrania, las previsiones sobre la reducción del armamento nuclear no están tan claras como antes. Según señala HM Kristensen, investigador principal del SIPRI, la desactivación de artefactos nucleares característicos al final de la guerra parece haber terminado. China ostenta la marina más grande del mundo; EE.UU. domina el cielo Si hay un terreno en el qu’en puede afirmar que China habla de tú a tú con el país de Joe Biden está en la fuerza naval. La marina del país asiático es la más grande del mundo y supera en número a la ‘US Navy’. Aunque, con muchos matices. EE.UU. tiene más potencia —once portaviones contra dos y nueve portahelicópteros contra uno— y en general tiene barcos más grandes. Otro punto de preocupación para el Pentágono es la tierra de los misiles hiposónicos. Aunque siguen siendo la principal potencia, los chinos han mejorado extraordinariamente su capacidad. También disponible de un gran poder en materia cibernética. Sus números las denuncias que desde EE.UU. se han producido sobre ello. China ha mejorado extraordinariamente su capacidad de misiles hipersónicos, aunque EE.UU. Sigue siendo la primera potencia Donde no hay rival para los Estados Unidos es en el cielo. La fuerza aérea de Washington es más cuatro veces mayor que la de Beijing. El pero aquí es al revés: aunque no puede competir con sus aviones, China tiene una ferrea defensa antiaérea desplegada, aunque resultaría inútil en un combate fuera de su territorio. En términos generales, Estados Unidos puede seguir afirmando que tiene la mayor fuerza militar. Pero su superioridad cada vez es menor. No parece haber dudas de que China tiene como objetivo convertiblese en la potencia hegemónica, también en el terreno militar, aunque no sea algo inmediato. Tampoco hay que desdeñar que su inferioridad actual no pueda serlo tanto en un enfrentamiento ‘local’, cerca de las fronteras chinas. La Inteligencia de EE.UU. Notó en mayo que El Pekin se está preparando para la invasión de Taiwán para 2027. Pero un enfrentamiento lejos de su casa, como por ejemplo en el Ártico, le deja en clara inferioridad. Alianzas asimétricas Pero China sigue teniendo el último de la falta de experiencia y el bajo nivel humano de algunos de sus altos oficiales. Algo de vital importancia tras lo visto en las tropas rusas durante la invasión de Ucrania. Y la conexión Moscú-Pekín tampoco tiene la misma fortaleza que las alianzas firmadas por Washington. La frase «China desafía nuestros intereses, seguridad y valores y busca minar las reglas del orden internacional» de la Declaración de la Cumbre de la OTAN de Madrid fue firmada por los 30 países miembros. Y, aunque Xi Jinping reivindicó la acción rusa contra Kiev, sigue abogando por una solución negociada. El enfrentamiento es improbable, aunque la tensión sigue aumentando. Para Pekín, el viaje es una “violación de su soberanía”. Para Pelosi, una “honra a la democracia”. Para muchos estadounidenses, plantar cara a China es una necesidad. Y, para el país más poblado del mundo, EE.UU., un acicate para exaltar su patriotismo. Una ‘nueva’ guerra fría de escalada armamentística.