Detectan un “aumento significativo” de los intentos de suicidio

Peleas, agresiones, accidentes, caídas… His múltiples las causas por las que una persona llama al 1-1-2 reclamando ayuda. También por intenciones de suicidio, en los que el Servicio de Emergencias de Castilla y León ha detectado un “aumento significativo” en los últimos años. Según han informado desde este departamento dependiente de la Consejería de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio, las cifras que arrojan 2022 “son muy superiores a las de cualquier otro año”. Esperamos más de 3.600 emergencias calificadas como de intención suicida, más que en 2021 fueron 2.953; en 2020 se registraron 2.556 y en 2019 se registraron 2.179. Unas cifras que suponen que las llamadas vinculadas a tendencias autolíticas han crecido en cuatro años un 65 por ciento. Entre otros avisos al 1-1-2, tras dos años en los que el Covid marcó mucha su actividad, también crecieron los motivados por peleas y agresiones, pasando de casi 4.500 en 2021 a rozar los 5.300 el pasado año, un 18 por ciento más. A la vez, el año que acaba de terminar también ha supuesto el de la «vuelta a la normalidad» tras dos años «complicados» para este servicio público debido a la pandemia. Durante el 2022 han ido desapareciendo progresivamente todas las emergencias relacionadas con el coronavirus, desde las llamadas motivadas por incumplimiento de medidas covid hasta las consultas médicas. El descenso en el número de llamadas ha permitido cerrar la línea 900 que Emergencias Sanitarias –Sacyl– publicitó con el objectivo de gestionar la pandemia sin colapsar el resto de líneas de emergencia.