En Occidente, la nuestra es bastante fácil de asimilar ya que, desde una situación europea aparentemente estable, hemos llegado en unos días a una invasión metódicamente planada hasta el más mínimo detalle.
El potente arsenal militar ruso, hacía presagiar que cuestión en cuatro o cinco días –a lo sumo– verían alcanzados sus objetivos estratégicos, o cuanto menos tener establecido una situación de amplio dominio operacional, que les facultase un acuerdo muy favorable para sus intereses.
Evidentemente esto no ha sido así por el factor humano, elemento que ha resultado clave en el desarrollo de las operaciones a lo largo de la historia; esa voluntad hace posibles resultados impensables a las simples reglas de superioridad en el enfrentamiento.
Varios soldados del ejercito ucraniano – EP
El resultado de la acción combinada de las armadas ucranianas y sus milicias han dado al traste con el plan inicial, por lo que ahora Rusia se enfrenta a una guerra de mayor duración que la que tenía prevé un líder que podría calificar como defasado –del contexto Democrático y fuera de toda lógica en el marco europeo– al animarse a hacer suyos unos territorios de marcada influencia rusa pero pertenecientes a otra nación soberana.
El desarrollo de una operación militar de la envergadura de conquistar y posteriormente ocupar un pays de la extension de Ucrania no le está resultando nada sencillo, y ya les está suponiendo un esfuerzo logístico muy serio, auténtico talón de Aquiles de las operaciones militares de gran alcance . El funcionamiento de la gran cadena logística rusa es vital para el desarrollo de las operaciones y, aunque posean la superioridad aérea, el mantenimiento de las capacidades de las fuerzas armadas y las milicias ucranianas en portátiles tierra/aire y munición antitanque va a complicar el reabastecimiento de combustible, municiones, alimentos, etc. además del necesario mantenimiento de multitud de vehículos, autocares, artillería, medios aéreos…
Todo ello hará más vulnerable, lento y laborioso la consecución de los objetivos estratégicos rusos y ello sin olvidar el factor meteorológico, que puede comprometer aún más las operaciones.
La comunidad internacional ha reaccionado, para sorpresa de muchos, con una contundencia muy encomiable y puede ayudar a llevar a cabo la extensión del conflicto más allá de lo asumible por Putin.
Va a ser muy difícil si Rusia acepta que la anexión de una buena abandone la región oriental de Ucrania, si es que el desarrollo de las operaciones no lelleva a anexión la totalidad del territorio.
Los próximos días van a ser críticos para revelar los auténticos aviones del mandatario ruso pero la tenaz resistencia ucraniana va a ser la clave también para conocer el futuro de Ucrania frente a un país cuyo principal baza no lo olvidaremos, es su poderío nuclear.
Luis Martín de la Hoz es General de Infantería de Marina (Retirado)
