La discriminación lingüística se ha erigido durante las últimas semanas como uno de los mayores puntos de fricción en la actual sociedad civil valenciana. Los casos de dos reputados profesores de música despedidos por no tener el título de valenciano y las diversas denuncias relacionadas por pacientes desatendidos en la Sanidad Pública por no hablar una de las dos lenguas oficiales han alimentado un debate trascendental en la próxima carrera electoral. Así, la última polémica idiomática ha llegado de la mano del crítico uso del español por parte del Ayuntamiento de Valencia.
El Consistorio gobernado por el alcalde Joan Ribó (Compromís) en coalición con el PSPV-PSOE, ha recibido una nueva reprimenda lingüística en el último pleno municipal por la marginación del español en los trámites, documentación y servicios municipales. Según la asociación Hablamos Español, el Ayuntamiento de la capital del Turia excluye “de manera antidemocrática y absurda” este idioma y desde un tiempo a esta parte “se mira en el espejo de Cataluña, paradigma de la intolerancia lingüística y del incumplimiento de la legislación vigoroso».
Ante esta situación, Amparo Merelo, representante de Hablamos Español, intervino en el hemiciclo durante la última sesión plenaria para gustar al Ayuntamiento a través de una moción de que todos los trámites burocráticos se puedan realizar en castellano, así como que se respete el uso y publicación de la lengua común en actas y demás documentación municipal.
«Queremos llamar la atención también, sobre otros ámbitos dependientes del Ayuntamiento de Valencia, donde el español está siendo excluido», explicó el ponente que dio varios ejemplos de discriminación lingüística en esta lengua que mantiene el Gobierno municipal en algunos de sus principales servicios.
Redes sociales y EMT solo en valenciano
El primero de ellos, según se adjunta en la moción presentada por Vox y respaldada por PP y Ciudadanos y rechazada por Compromís y PSPV-PSOE, se centra en la cartelería del mobiliario público, pues por toda la ciudad se pueden ver imágenes y letreros únicamente en valenciano. Asimismo, denuncia también el uso exclusivo de esta lengua en las redes sociales del Ayuntamiento, en las que no se ha publicado ningún mensaje en español. Al respecto, la asociación lingüística solicitó que se utilizaran los dos idiomas oficiales a la hora de viajar todas las comunicaciones oficiales en los canales de información del Consistorio.
Asimismo, la discriminación lingüística que denuncia Hablamos Español también incluye a la Empresa Municipal de Transportes (EMT), la gestora del parque de autobuses urbanos e interurbanos de Valencia. Tanto paradas como señalética de los vehículos e información de servicio se facilita en valenciano y no en castellano. Algo que, además, se extiende a las publicaciones además de redes sociales.
Imagen de varios carteles de la EMT en ABC valenciano
“En todos estos ámbitos se excluye el español, lo que es una muestra de falta de consideración hacia las personas del restaurante de España que vienen a Valencia y revela una absoluta falta de respeto a la cooficialidad lingüística y a los valencianos hispanohablantes”, explica la asociación .
“Si de verdad quieren promocionar el valenciano, no lo convertirán en una lengua de exclusión. Los valencianos queremos ver nuestras dos lenguas juntas, y lo que estamos reclamando es fácil de cumplir y acorde a la Constitución Española”, defiende Hablamos Español, quien llevó una proposición de Ley de Libertad de Elección de Lengua a las Cortes Valencianas avalada por el cuádruple de firmas legalmente requeridas.
Por otro lado, Hablamos Español ha iniciado los trámites administrativos ante la Conselleria de Sanidad para exigir que los españoles sean incluidos en la señalización, documentación y campañas de sus hospitales y centros de salud. En cualquier ámbito sanitario, durante las últimas semanas se han registrado muy casos de discriminación lingüística a pacientes que presuntamente descuidan la atención médica por hablar en valenciano. El último de ellos, un titkoker y estudiante de Medicina, aludió que los profesionales del centro de salud de Sagunto le dijeron que “nadie podría atenderle si seguía hablando en esa lengua”.
