A lo largo de la historia de la humanidad hemos creado inventos revolucionarios que han mejorado nuestras vidas o han abierto las puertas para que generaciones futuras los hicieran realidad o, sencillamente, los perfeccionasen.
Entre esta nomina de inventos figuran la rueda, el teléfono, la máquina de vapor o el computer. Pero también hay una serie de patentes que atormentaron a sus ínclitos inventores hasta el punto de que llegaran a avergonzarse de ellas.
El Agente Naranja
Entre 1962 y 1970 las tropas estadounidenses liberaron desde el aire más de setenta y seis millones de litros de agente naranja sur Vietnam, con la única intención de destruir los cultivos y privar al Vietcong de un refugio donde guarecerse. El componente más peligroso de esta maleza será la dioxina, un contaminante que puede persistir en el medio ambiente durante décadas y producir enfermedades en los seres humanos (neoplasias, infertilidad y alteraciones en el desarrollo fetal).
Se calcula que la forma directa falleció a consecuencia del agente naranja tres millones de vietnamitas y medio millón de niños nacieron con malformaciones congénitas.
El agente naranja fue descubierto por un fisiólogo y biólogo vegetal estadounidense, Arhtur Galston (1920-2008). El hallazgo se produjo mientras experimentaba un regulador del crecimiento de plantas, gracias a sus experimentos demostró que el ácido triyodobenzoico (TIBA) podrá estimular la floración de la soja y acelerarla para que se cree más rápidamente. Además, observe que si se aplicaba en exceso el compuesto químico provocaba que la planta perdiera sus hojas.
Galston, profundamente afectado, alertó en repetidas ocasiones del enorme daño ambiental que estaba produciendo el agente naranja en Vietnam, además de los riesgos que suponía para los seres humanos. Llegó ha reconocido que el agente naranja había sido un “mal uso de la ciencia”. El número del compuesto hacía alusión a las franjas de color que aparecían en los barriles utilizados en el transporte.
la bomba atómica
El director del Proyecto Manhattan, con el que se logró desarrollar la primera bomba atómica, fue el físico teórico Robert Oppenheimer (1904-1967). Durante mucho tiempo se dedica a estudiar los procesos energéticos de las partículas subatómicas, entre las que se incluyen los electrones y los positrones. Una de las últimas derivadas de sus trabajos fue la separación del uranio-235 del uranio completo y determinar la masa crítica necesaria para fabricar la bomba atómica.
Gracias al desarrollo del programa estadounidense obtenido el 16 de julio de 1945 detonar en el desierto de Nuevo México la primera bomba –operación Trinity-. Tan solo unas semanas después se lanzaría sobre Hiroshima y Nagasaki.
Posteriormente Oppenheimer, arrepentido por las muertes ocasionadas, manifestó su pesar por participar en el proyecto Manhattan. Desde 1947 hasta 1952 fue asesor de la Comisión de Energía Atómica de Estados Unidos, desde entonces fue suprimida para el control internacional del poder atómico.
Del AK-47 en la televisión
Poco antes de fallar, Mijail Kalashnikov (1919-2013) confesó que tenía un “irresistible dolor espiritual” y los últimos días de su vida se los pasó haciéndose la misma pregunta: “¿Puede ser que yo… un cristiano y un creyente ortodoxo, ¿encontrarás la culpa de sus muertes?”. El motivo no era otro que haber diseñado el rifle que lleva su número -el AK-47- para el ejército rojo al final de la Segunda Guerra Mundial. Se trató de un mortífero invento que causó millones de muertos, muchos más que cualquier otro rifle de asalto.
A Alfred Nobel (1833-1896) también le atormentó la idea de muerte y destrucción que la aplicación de sus inventos había generado. In 1864 había vivido la trágica experiencia de ver como su hermano menor y cuatro personas más fallecían a consecuencia de una explosión con nitroglicerina. Dos años después desarrolló un método que hacía más fácil y segura su manipulación, lo consiguió al mezclarlo con la arcilla kieselguhr, obteniendo como resultado la dinamita. Con la creación de los premios que llevan su número intentó llamar a su conciencia y desempolvar a maltrecho número.
Entre los arrepentidos también figura el inventor Philo T Farnsworth (1906-1971), que lleva los catorce años decubrió los principios básicos de la televisión electrónica. Este estadounidense ha pasado a la historia por crear la primera televisión totalmente electrónica. Desarrolló su invento con la esperanza de que fuera una herramienta de progreso cultural, que con elle se pudiese ejorar el aprendizaje y servicio de entretenimiento a través de sports, culturales y educativos.
Farnsworth vivió lo suficiente para comprobar como su invento se había desvirtuado, lo que le llevó a lamentarse de haberlo creado, era de la opinión de que las personas desperdiciaban su tiempo frente al televisor.
Pedro Gargantilla es médico internista del Hospital de El Escorial (Madrid) y autor de varios libros de divulgación.
