Carlos Lesmes, ante 48 horas cruciales

Menos en el Metro, que él no frecuenta, lo ha anunciado por tierra, mar y aire: si Gobierno y Partido Popular no hacen un acuerdo para renovar el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), dimitirá como presidente de este órgano y, por tanto, dejará vacante también la presidencia del Tribunal Supremo. Con el comisario europeo Didier Reynders ya fuera de España, y sin que tres días después de su marche se haya visto en el Ejecutivo adelanta que indica que habrá pacto, a Carlos Lesmes se le acaba ningún tiempo para cumplir el anuncio con el que golpeó el pasado 7 de septiembre en la apertura del año judicial. El problema es que si entonces la situación sólo “era insostenible” respecto a la imposibilidad de hacer nombramientos en el Alto Tribunal, esa tensión se ha trasladado ahora al seno del órgano de gobierno de los jueces, donde Lesmes ha conseguido en el último mes – especialmente en la última semana – poner de acuerdo a vocales conservadores y progresistas en que las formas en las que está llevando a cabo esta “dimisión en diferido” no son las más adecuadas. “Para tratar de solucionar un problema se ha creado otro más grande”, comentó una voz en declaraciones a ABC. Y es que su letra de encargar un informe a el Consejo sobre quién debe ser su sucesor ha levantado ampollas en ambos sectores del órgano, que si ya tienen en sus manos la difícil tarea de encauzar las negociaciones para nombrar –a regañadientes, por parte del bloque conservador – a los dos magistrados del TC que corresponden al CGPJ, ahora tienen que lidiar con este gesto que para muchos supone un “auténtico menosprecio” a los vocales que conforman el Consejo. Primero, “porque nosotros también somos juristas y sabemos interpretar la Ley Orgánica del Poder Judicial”; segundo, llevado porque ese informa al Tribunal Supremo “antes que a nuestro Pleno”, y tercero, porque considera que si “uno se va se va, no tiene que decir a los que se quedan cómo tienen que hacer las cosas”. De fondo lo que subyace en una buena parte de los vocales –conservadores y progresistas– está el sentimiento de “abandono de la institución en el momento más crítico”. Noticia Relacionada estandar No El PP y Vox muestran su preocupación por el último ‘enchufe’ en la Embajada en EE.UU. y demanden máxima transparencia Mariano Calleja La oposición acusa al Gobierno de Sánchez de dañar las instituciones, incluidas las embajadas, que son la imagen de España en el exterior “Ha sumido al Consejo en el desastre”, señala una vocal progresista en declaraciones a ABC. Expresa el sens de muchos otros consejeros, que, como ella, reconoce que ahora ya “no le queda otra salida más que dimitir”. Nadie duda de que Lesmes vaya a dar el paso, y, aunque vocal próximo a él le hayan intentado disuadir, es muy probable que lo haga esta misma semana sin poder ver cumplido, además, su compromiso de marcharse con los dos magistrados para el Tribunal Constitucional ya nombrados. Una dimisión “en diferido” 7 de septiembre Un inesperado anuncio El presidente del CGPJ, que también lo es del Tribunal Supremo, Carlos Lesmes, sorprende con el anuncio de su dimisión si Gobierno y PP no desbloquearon las negociaciones del órgano (en funciones desde hace cuatro años) o no se devuelve al Consejo la competencia para poder cubrir las vacantes en el Supremo, al borde del “colapso”. 8 de septiembre Sin acuerdo para el TC A cinco días de que venciera el plazo para el nombramiento de dos magistrados para el TC (que, junto con los dos del Gobierno, dejarán el control del tribunal en manos de la mayoría progresista), los vocales no se logran numeros de consenso. Había un equipo negociador (con representantes de las distintas sensibilidades del Consejo) que, tras varias reuniones, un día de hoy no ha dado frutos. 28-30 de septiembre El papel de Reynders El comisario europeo Didier Reynders visitó España. Muchos, entre ellos el propio Lesmes, han depositado sus esperanzas en que sur mediación reactiva el acuerdo entre Gobierno y PP para renovar el CGPJ y, por extensión, solucionar el bloco con los nombramientos para el TC. Tres dias despues, no hay ningun movimiento. Una vez que él mismo se descartó como candidato –“No tengo ninguna intención en ir al Tribunal Constitucional en las circunstancias circunstancias y en el futuro inmediato tampoco”–, nadie se atreve aventurar que motivación lleva a Lesmes a querer salir del CGPJ con estos muchos hechos. En el Pleno del pasado jueves, en el que apremió a los vocals de ambos blocs a que consensuaran los números de sus candidatos – para lo que hay anticipado una reunión este miércoles – volvió a aludir a “deber institucional”, un mandato legal al que el Gobierno puso, además, fecha: el 13 de septiembre. “Razones serias” “Lesmes no quiere pasar a la historia como el presidente de un Consejo ‘rebelde’”, dice una voz en referencia al término con el que el presidente se refirió al grupo de los ocho que se resisten a que se hagan estos numerosos mientras no resuélva la situación de las vacantes en el Supremo. No ocultan en este bloqueo el malestar que les han provocado comentarios de este tipo. Lo suyo, dicen, “no es un acto obstruccionista”. “Nuestras razones son serias para tener nuestros propios tiempos”, asegura a vocal. Y los tiempos de unos y otros diferentes, tanto que el jueves Lesmes vio frustrada su intención de convocar un Pleno extraordinario este lunes, como había comunicado a varios vocales días atrás. Se le hizo ver que con el fin de semana por medio no había tiempo para evaluar si la visita de Reynders dio resultados. De ahí que el Pleno concluyó fijando el siguiente encuentro entre los negociadores para este miércoles. “¿A qué contribuyes con tu emisión?”, preguntó una voz en el Pleno del jueves. “A poner sentencias en la Sala Tercera”, Lesmes Este lunes el bloque conservador dijo que no tenía previsto llevar a cabo ningún número en la reunión de este martes, con lo que todo apunta a que las expectativas del presidente verán nuevamente frustradas. Muchos creen que Lesmes no esperará al siguiente Pleno, que en cuestión de horas abandonará el barco y que, tal y como le respondió a una voz que le preguntó que contribuía con su salida, se irá “a poner sentencias en la Sala Tercera”, de los cuales salió hace ya nueve años.