Carlos III y el Príncipe Guillermo visitando la cola de la capilla ardiente de Isabel II

Carlos III y el Príncipe Guillermo visitando la cola de la capilla ardiente de Isabel II

Reuters

Al Rey de Inglaterra y su hijo han saludado a quienes esperaban cerca del Palacio de Lambeth, mientras los accesos a Buckingham y Green Park se cerraron por la gran afluencia de gente

Angie Calero

17/09/2022

Actualizado el 18/09/2022 a las 02:30h.

Tras una semana de lluvia y mal tiempo, Londres brindó este sábado bajo un suelo radiante que invitaba a más gente de la que esperaba acercarse hasta la cola de la capilla ardiente de Isabel II. Algunos visitantes llevaban un mediodía más de diez horas esperando para despedirse de la Reina cuando, a la altura del Palacio de Lambeth, vieron llegar a Carlos III de Inglaterra junto a su hijo Guillermo de Gales. El Rey y el Príncipe saludaron a algunas de las personas que estaban haciendo la kilometrica cola y les agradecieron la espera y el cariño hacia la Reina.

Tras la visita de Carlos III y el Príncipe de Gales, la página web del Gobierno británico informó sobre la evolución de la cola para entrar en la Abadía indicó que la esperanza había pasado de 14 a 24 horas, de ahí que duree varias horas la Policía Metropolitana impidiera a los visitantes que siguieron llegando sumarse a la cola. Aunque luego se volvió a abrir, a mitad tarde sí que se anunció el cierre definitivo de la cola para personas con movilidad reducida, ya que se habían asignado todas las horas pendientes hasta el lunes a las 6:30 horas, cuando cerrará la capilla ardiente .

Estas colas no fueron las únicas que cerraron sus accesos. Las imágenes que han recorrido las televisiones y los medios digitales llegan desde Londres, en las que se pueden ver en las zonas próximas al Palacio de Buckingham y Green Park de la capital británica de los distintos puntos del país.

Miles y miles de personas con ramos de flores pretendieron llegar a estos dos puntos y no tuvieron éxito: los accesos se cerraron por seguridad en tres ocasiones ydurante varias horas a lo largo del día. Surgieron así altares improvisados ​​que se extendieron más allá de los muros de Green Park y Buckingham, que se llenaron de imágenes de Isabel II, dibujos, flores y más flores y dedicatorias para la Reina: “Gracias por todo lo que ha hecho por nuestro país. No me puedo creer que te hayas ido. Descansa en paz, señora. Espero que los ángeles te protejan a tí y al Príncipe Felipe”.

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