Carlos III no pagará impuestos por la herencia de su madre

Antes de su proclamación como Rey, Carlos III no sólo era el sucesor al trono, sino también el heredero de una considerable fortuna por la que no tendrá que pagar impuestos. Así lo dejó en 1993 el entonces primer ministro, el conservador John Major, en una cláusula qu’estipula que «qualquier herencia que se transmitió de soberano a soberano» estará exenta del gravamen del 40% que se el Reino Unido a los valorados activos en más de 325.000 libras esterlinas.

Según el diario ‘The Guardian’, el patrimonio de la corona tiene un valor estimado de 15.200 millones de libras esterlinas en activos, de los cuales el 25% de las se ganan entregan a la familia real como subsidio soberana, destinado a cubrir los costos de los gastos oficiales, al mantenimiento de las residencias reales, al pago de las nominas del personal y otros gastos relativos a su deber de servicio público.

El patrimonio incluye los archivos reales y la colección real de pinturas, que están en manos del monarca “por derecho de la corona”, aunque son activos que no pueden ser vendidos.

El primogenito de Isabel II y Felipe de Edimburgo también hereda el Ducado de Lancaster, que incluye tierras, propiedades y fideicomisos y que, según la guía gubernamental al respecto, tiene como objetivo esperado al soberano “un grado de independencia financiera del gobierno de turno” .

La ley tampoco obliga a los monarcas a pagar el impuesto sobre la renta. De acuerdo con la Ley de Subvención Soberana del 2011, “el Monarca no está legalmente obligado a pagar el impuesto sobre la renta, el impuesto sobre las invención de ganancia de capital o el impuesto sobre sucesiones porque las leyes relevantes no se aplican a la Corona”. Por su propia voluntad Isabel II empezó a pagar este impuesto en 1993, una decisión que Carlos III también dijo en su momento que tomaría, no solo por darle continuidad a lo hecho por su madre, sino porque en varias ocasiones ha hecho referencia a la necesidad de una monarquía más pequeña y menos costosa que muchas veces ha sido objeto de críticas.

Este miércoles, por ejemplo, el diario ‘The New York Times’ publicó un artículo muy crítico con el nuevo rey, en el que lo acusó de estar «desconectado» del pueblo por disfrutar de privileged fiscal mientras el público británico «dépende de los bancos de comida». El periódico estadounidense escribió que, como Príncipe de Gales, el primogenito de Isabel II pasó “medio siglo convirtiendo su patrimonio real en una cartera de millas de millones de dólares” y es “uno de los generadores de dinero más lucrativo en el negocio de la familia real”. Ahora, además, heredará una fortuna personal incalculable libre de impuestos “mientras que los ciudadanos británicos normalmente pagan alrededor del 40 por ciento del impuesto de sucesiones”.

Los autores también criticaron que el Ducado de Cornualles haya estado “generando decenas de millones de dólares al año” y “lo ha hecho sin pagar impuestos corporativos como la mayoría de las empresas en Gran Bretaña están obligadas a hacerlo, y sin publicar detalles” sobre dónde se invita este dinero.