Autorizó un trasvase que se recorta a la mitad y deja al Levante casi sin agua para riego

La Comisión Central de Explotación del Acueducto Tajo-Segura (ATS) ha autorizado trasvasar 10 hectómetros cúbicos (hm3) durante el mes de agosto, 2,5 hm3 para regadío y 7,5 hm3 para abastecimiento, tras advertir que la situación hidrológica excepcional (nivel 3) y que esto se mantendrá previsiblemente durante los próximos seis meses.

Asimismo, en la reunión, en la que se ha analizado la situación hídrica, hay que señalar que previsiblemente esta situación se mantendrá durante el resto del semestre.

Aunque con la situación de nivel 3 podría autorizar un trasvase al Segura de hasta 20 hectómetros cúbicos de forma discrecional pero motivada, la Comisión ha autorizado al final una transferencia de agua de la mitad.

Una notificación nefasta para los agricultores, ya que al tener prioridad el abastecimiento doméstico, al mermar tanto el volumen trasvasable, tres cuartas partes (7,5 hm3) está destinado a ser utilizado y queda una cantidad mínima para el campo.

De acuerdo con el informe del Centro de Estudios y Experimentación de Obras Públicas (CEDES), se ha conformado que a fecha 1 de agosto hay un volumen de agua trasvasada disponible en la cuenca del Segura para abastecimientos y regadíos de 41,3 hm3 y un volumen autorizado pendiente de trasvasar para esos usos de 45.3 hm3.

En consecuencia, se autorizó un trasvase desde los embalses de Entrepeñas-Buendía de 10 hectómetros cúbicos, en aplicación de los principios de prevención y precaución que deben presidir la actuación de las Administraciones Públicas.

La Comisión del Trasvase ha tenido en cuenta las reservas de volúmenes de agua trasvasada disponibles en la cuenca del Segura, el agua pendiente de trasvasar hasta la fecha y la previsión de aportaciones para los próximos meses además del consumo de agua estimado.

Desde el Levante la visión es muy pesimista. Según medios de comunicación levantinos, el avance de la sequía en el Tajo y los sucesivos recortes en la derivación desde el mes de junio amenazan con parar la agricultura de enero. De hecho, los agricultores están consumiendo reservas de la primavera y las desaladoras no están aún preparadas para cubrir la falta de agua de riego en caso de restricciones si no llueve en otoño.

El imparable avance de la sequía en España y, en concreto, en la cuenca alta del Tajo, cabeza del trasvase en los pantanos de Entrepeñeñas y Buendía, hacen prever un futuro complicado a finales de año y principios de 2023. “Su no hay agua no se plantará la cosecha de hortalizas de primavera y verano”, aseguran.

En definitiva, si no llueve el próximo otoño habrá restricciones para el regadío, al ser prioritario el abastecimiento humano. “Recortes que ya han comenzado en el trasvase Tajo-Segura en forma de merma mensual con lo cual los agricultores están tirando de las reservas de la propia cuenca del Segura. Estas se acabarán a final de año y no podrán ser cubiertas ni con el agua desalada en Torrevieja, debido a que el caudal para abastecimiento urbano tiene prioridad”, explican.

A esto se un el futuro aumento del caudal ecológico del río Tajo hasta los 8 m3 por segundo, por lo que el agua que llegará a la provincia de Alicante será ya de 105 hm3 desde el próximo enero.