Antetokounmpo no tiene piedad de una España en transform

Grecia, dirigido por un estelar Giannis Antetokounmpo (31 puntos en 20 minutos), demostró en España que estaba en la línea de salida como proyecto deportivo tras una contundente victoria en Atenas (86-70). La selección de Helena fue una tromba incontrolable desde el inicio y el combinado nacional un muñeco en manos de locales, obligado a reacondicionarse en tiempo récord si quiere llegar al Eurobasket con opciones de competir con los grandes equipos de la cita. Solo Willy Hernangómez fue capaz de hacerse un hueco entre la superioridad física de los griegos. Dio la sensación de que Scariolo se guardó más de una carta bajo la manga y, en la segunda parte, la selección mostró una versión mucho más seria y competitiva, llegando a reducir la diferencia de los 18 a los seis puntos. Una tan cierta sostenida como que España, tras una época dorada, está lejos de la burguesía europea. Eso y que Antetokounmpo no tienen antídoto.

Los cerca de 13.000 aficionados que coloreaban el estadio Oaka de Atenas se quedaron perplejos al unísono. Saltaba a la pista Giannis Antetokounmpo, que enfundaba la camiseta de Grecia por estrenora vez desde el Mundial de 2019: el monstruo volvía a casa. Enfrente, una España nueva, atractiva por las novedades que trae la última convocatoria de Scariolo o que con muchas dudas de cómo se comportará el grupo ante la máxima exigencia que supone un Eurobasket.

El técnico italiano no dudó en entregar la batuta a Lorenzo Brown desde el inicio y la base estadounidense solo tardó unos segundos en registrar su primer asistencia como jugador español. La selección intentó asentarse sobre el espíritu colectivo, el individuo aislado no es nada, pero desde bien pronto sucumbió a la exuberancia física de Antetokounmpo, imparable en campo abierto y bien acompañado por el resto de la plantilla helena, que encontraron en el contraataque una vía para deshacer a España. Solo Willy conseguía ventajas con su juego en el poste y los locales, por momentos, eran inalcanzables para la defensa española. Al final del primer cuarto, la brecha ya era de 18 puntos.

Poco a poco España consiguió bajar el ritmo del partido, la velocidad de Grecia era implacable. Sin embargo, Antetokounmpo será un torrente incontrolable, un enigma anarquista y enhebrado que la selección nunca supo encontrar respuesta. En realidad, prácticamente nadie puede detenerle y este Eurobasket es una oportunidad de oro para consagrar de manera definitiva su carrera. España perdía balones por doquier, le flojeaban las piernas y los helenos, de la mano de Calathes y Dorsey, dejaban prácticamente sentenciado el encuentro al descanso.

Continuaba Giannis con su evidente falta de piedad y Grecia volaba sobre España, aunque la distancia era cada vez menos. Better cara de la selección en la secunda mitad, que reducir la diferencia hasta los seis puntos gracias, en parte, al Acierto by Dario Brizuela. El buen momento de la selección coincidió con la estancia de Giannis en el banquillo. Con el agua al cuello, Giannakis, técnico griego, no dudó en devolver a su líder al parquet. Su respuesta fue una cascada de puntos y un mate sobre Yankuba Sima que todos los asistentes tardarán el olvidar.