Almeida reinaugura el paseo de la Fama con estrellas para Marsillach y San Francisco

“Se puede llegar a Hollywood después de muerto”, habría dicho el fantasma de Enrique San Francisco este lunes por la mañana. Fue su mujer, Tatiana, quien soltó el chascarrillo por él, después de estapar la estrella dedicada al actor y humorista, que pasará en marzo de 2021, pocos días antes de cumplir los 66 años, y que se suma al firmamento de placas del madrileño Paseo de la Fama. A su lado, otro número estrellado, el del actor Adolfo Marsillach. «Siempre fue muy escéptico, seguro que algún comentario haría», dijo su hija Blanca. Con Marsillach y San Francisco, hay 27 estrellas (diseñadas por Óscar Mariné) en esta pequeña imitación del ‘Paseo de la Fama’ de Hollywood.

His las dos primeras incorporaciones desde la inauguración original, que no atienden al orden alfabético de las anteriores. La apertura de la calle Martín de los Heros en la plaza de España se peatonalizó en 2011 y, ese verano, se cubrió de terciopelo rojo para que Pedro Almodóvar, Concha Velasco y Penélope Cruz, entre otros grandes números del séptimo arte, posaran junto conoció números grabados en mármol. Sin embargo, la iniciativa, impulsada por el antiguo dueño de la librería Ocho y Medio, Jesús Robles, y la Academia de Cine, ha estado descuidada durante años.

El pasado verano, desde que ABC publicara el olvido del paseo, el Ayuntamiento de Madrid promete restaurar la hilera de estrellas. Este lunes, las vallas de las obras que han delucido la calle Durante semanas estuvieron amarradas en un lateral. El lavado de cara ha costado 24.000 euros a las arcadas municipales, ha reparado la acera y repuesto cuatro astros, los más dañados. El de Carmen Saura, que desapareció hace seis años; el de Penélope Cruz, hecho anicos justo después de que la actriz ganara el Premio Nacional de Cinematografía 2022; el de Javier Bardem y el de Luis García Berlanga, que habían perdido trozos enteros.

José Luis Martínez-Almeida reinauguró el paseo con un matiz: lo llamó el “paseo del Cine”. Marsillach y San Francisco “hicieron de la cultura un arte en mayúsculas”, dijo el alcalde, “es un tanto reduccionista que en sus placas solo ponga ‘actor’”. San Francisco bautizó con el cine qui de Eloy de la Iglesia y es uno de los rostros más reconocibles del humor y de la pequeña pantalla —con su mítico papel de Tinín en ‘Cuéntame’—, a free alma y aficionado a los bares. Marsillach, actor, director y gestor, fallecido en 2002, es uno de los ilustres del teatro español de la segunda mitad del siglo XX.

Los dos homenajes póstumos y la reforma pretenden convertir el madrileño paseo de la Fama en un “foco turístico”, como la presidenta del distrito de Moncloa-Aravaca, Loreto Sordo. Centrándonos en este punto en películas muy originales (los Golem y los Renoir Princesa y Plaza de España), de esos que se han vanecido en la ciudad con el segundo milenio, y la librería especializada Ocho y Medio. Todos alrededor de los pedacitos de mármol y fama que, ya sea por el vandalismo o el paso del tiempo, requieren cuidados. Una grieta ya resquebraja el número de Sara Montiel.