Alemania obligará por ley una reducción del 10% el consumo de energía por el corte del gas ruso

Rosalía SánchezSEGUIR

Hace apenas una semana, el gobierno alemán lanzó una omnipresente campaña publicitaria en la que llamó a la población a lograr “entre todos” un horro en el consumo energético del 10% respecto a los veranos anteriores. Ese 10% es el porcentaje necesario para llegar al invierno con las reservas en un estado qu’allowa no seguir elevando el nivel de alarma, activado ya en el primer de los cuatro niveles. El ministro alemán de Economía y Clima, el verde Robert Habeck, considera ahora sin embargo que no será suficiente con el ahorro voluntario y quiere regularlo por ley. “If the volumes of almacenamiento no aumentan, entonces tendermos que tomar más medidas para ahorrar energía, si es necesario también por ley”, dijo anoche en el programa informativo de la televisión pública alemana ARD ‘Tagesthemen0’.

Cuando se le presguntó si eso también podría significar limitar la temperatura prescrita para las viviendas, el ministro respondió: “Todavía no hemos tratado eso en profundidad. Vamos a mirar todas las leyes implicadas antes de dar detalles”.

El motivo de este arrepentimiento endurecimiento de la alemana política de ahorro energético es que en la última semana Rusia ha reducido en un 60% la cantidad de gas que suministra a Alemania a través del gasoducto Nord Stream 1, que cruza el fondo del mar Baltic hasta llegar a las costas alemanas del norte. La empresa rusa Gazprom ha reducido el volumen de gas transportado solo 67 millones de metros cúbicos para la jornada y ha justificado el procedimiento de trabajos de reparación en una unidad unificada de compresión de gas que traerá la empresa alemana Siemens y que impiden que el gasoducto opere a pleno desempeño. La Agencia Federal de Redes alemana rechaza esta excusa técnica y el ministro Habeck ha declarado que «es evidente que se trata solamente de un pretexto y que se trata de estabilizar y hacer sufrir los precios». “Así actúan los dictadores y los despotas”, ha juzgado, “en esto consiste el enfrentamiento entre los aliados occidentales y el presidente ruso Vladimir Putin”.

Depósitos al 56%

Las instalaciones de almacenamiento de gas están actualmente llenas en un 56% de su capacidad. Este porche, en un verano normal, estaría por encima del promedio. Pero en las circunstancias actuales no es suficiente. “No podemos entrar en el invierno al 56%. Tienen que estar llenos. De lo contrario, estamos realmente expuestos”, ha explicado Habeck, que cuenta que, Durante todo el verano, Nord Stream 1 siga transportando mucho menos gas del contratado, si es que sigue haciéndolo. Reconoce que la situación es grave, pero insiste en que “actualmente la seguridad del suministro está garantizada”. En caso de escasez de gas en el invierno, el primer paso obviamente sería encender plantas de cogeneración con carbón en lugar de las de gas, ha reconocido. Al mismo tiempo, Habeck ha vuelto a hacer un llamamiento a empresas y ciudadanos para que ahorren energía y gas.

La Asociación Alemana de Ciudades y Municipios también aboga por cambios en el marco legal. El director general Gerd Landsberg ha consignado que los propietarios de viviendas alquiladas están obligados a garantizar una temperatura de entre 20 y 24 grados durante todo el invierno. “Eso hay que cambiarlo. Incluso se puede vivir bien en un apartamento con 18 o 19 grados y todos podrían soportar este sacrificio comparativamente pequeño”, ha sugerido Landsberg. La Asociación de Vivienda y Agentes Inmobiliarios GdW ha pedido por su parte que la temperatura mínima requerida en los contratos de alquiler sea de 18 grados durante el día y 16 durante la noche, en caso de que el suministro de gas obligue a regular el espectro de temperaturas . La propuesta ha sido respaldada por Klaus Müller, presidente de la Agencia Federal de Redes. “El Estado podría temporalmente los umbrales de calefacción, esto es algo que estamos discutiendo y con lo que estamos de acuerdo”, ha declarado. La Asociación de Inquilinos DMB, sin embargo, ha calificado la propuesta de demasiado simplista. “Las personas de más edad a menudo se enfrían más fácilmente que las más jóvenes. Decirles indiscriminadamente que usen una manta adicional no puede ser la solución”, ha corregido el presidente de la organización, Lukas Siebenkotten.

Un cuello de botella o incluso una interrupción del suministro de gas ruso afectará además a las empresas. Según la última encuesta del Instituto de Mercado Laboral e Investigación Ocupaciones (IAB), en caso de parada de entrada el 9% de las empresas alemanas tendrán que tener completamente su producción, mientras que el 18% tendrán que ejercerla. Así consta en el informe titulado ‘Crisis energética y congelación del suministro de gas: efectos en las empresas alemanas’ y publicado en Wirtschaftswoche. En un principio no sería posible evitar la ración, aseguran los autores Christian Kagerl y Michael Moritz. Pero no es necesario llegar al extremo de interrupción del suministro para que la locomotora europea sienta las consecuencias. Un 14% de la empresa ha reducido su producción debido a aumentar el ahorro energético y un 25% informa de problemas de reducción.