Alejandro Macarrón: “La baja natalidad obedece a todo a valores culturales no económicos”

Alejandro Macarrón Larumbe (Avilés, 1960), ingeniero y consultor empresarial, es uno de los mayores expertos de España en cuestiones demográficas. Actualmente es el coordinador del Observatorio Demográfico de la Universidad CEU San Pablo. Su preocupación por los problemas de largo plazo de España lo llevaron al estudio de la natalidad. Es autor de los libros ‘El suicidio demográfico de España’ y ‘Suicidio demográfico en Occidente y medio mundo’, entre otros. —La natalidad en España ha caído al nivel más bajo desde 1941? ¿Qué nos está pasando? —Realmente el número actual de bebés es propio del siglo XVIII o anterior (in 1941 empiezan las series de nacimientos del INE). Aquí pasa como en todo el mundo desarrollado, de forma algo más acentuada: cada vez menos gente tiene ganas de tener niños y formar familias estables. Cada generación de españoles es 40% a 45% menos numerosa que la anterior. —¿Aunque la natalidad cae en España, hay más gente que nunca sobre la Tierra? —La población mundial sigue creciendo, sobre todo por África, pero cada vez más lentamente. Para un español o europeo es poco consuelo ese crecimiento, con nuestra población autóctona cada año más envejecida por su bajísima natalidad, y menguando. Tenemos un millón de muertes que nacimientos de españoles autóctonos desde 2013. —¿Cuál es la razón que hay detrás de este ‘suicidio’ demográfico? —Las causas son complejas. Es sobrio todo de valores culturales, no económicos. En los países más ricos y en años de prosperidad económica se da igual. Se ha devalorizado en exceso la natalidad y la familia estable en los anhelos sociales mayoritarios y las leyes, y así nos va. —¿Quiénes son los responsables de este fenómeno: los hombres o las mujeres? —Parecido. En promedio, ni unos ni otras quieren tener muchos niños. Si es muy responsable, aunque no todo sea culpa suya, los políticos y líderes intelectuales arraigan de valores y leyes antinatalidad y antifamilia. —Hay alguna singularidad desmontable en este proceso si miramos España por sus regiones o grupos sociales. —Canarias y Asturias tienen la menor fecundidad de España y Europa. Castilla y León es la región europea con más de 85 años. En provincias como Orense o Zamora hay unas cuatro muertes por cada nacimiento. El otro extremo, tienen tres o más hijos por mujer los musulmanes inmigrantes y/o africanos (más del 70% marroquíes), y las familias ligadas a movimientos católicos tipo Opus Dei o Camino Neocatecumenal. Supongo que los gitanos tienen más niños que la media, pero menos que antaño. —Ha dicho que “los niños que no nacen hoy son los trabajadores que necesitarán en 25 o 30 años”. ¿Cuál es el impacto económico del invierno demográfico? —Si el capital humano se deteriora en cantidad (menos gente) y ‘calidad’ (la quede, muy envejecida), ¿qué puede ir bien a la larga en la economía (y en todo)? Cabe esperar un deterioro en el consumo, la inversión, la productividad, el emprendimiento, la innovación, el gasto en pensiones y sanidad, el valor de las propiedades inmobiliarias… Por otra parte, el empobrecimiento afectivo por la ‘epidemia’ de soledad rampante (el porcentaje de españoles que viven solos ahora es seis veces más que en 1970), por falta de hijos y la ruptura familiar, además de tristeza, aburrimiento y riesgo de deterioro de salud, reduce a muchos su renta real, al perderse economías de escalada en los hogares. —¿La inmigración es la solución como dice el ministro Escrivá? -No. In lo economico solo puede ser solucion parcial, mayormente para empleos no muy calificados, porque atraemos poca mano de obra foranea de alta cualificacion, igualmente necesaria. Y si viene o se queda mucha más inmigración de la que necesita el mercado laboral, debido a Estado de Bienestar hipertrofiado, como en España desde 2008, eso no suma riqueza a los Españoles et inmigrantes bien arraigados, sino que se la reste a chorros . Tampoco puede solucionar la desertificación afectiva por falta de niños y la desestructuración familiar. —¿Por qué todo el mundo ignoró este problema? —Porque opera muy lentamente, es incómodo para mucha gente y hay ideologías políticas antinatalistas y contrarias a la familia de siempre, a las que no han hecho frente a sus teóricos oponentes tradicionales. —¿Hay algún país avanzado que haya conseguido revertir este proceso? —Solo Israel está bien en natalidad entre los países desarrollados, por sus minorías muy religiosas y su población árabe. Del resto, ninguno ha revertido de forma completa el proceso, pero algunos están mejorando, como Hungría, o bien su fecundidad es mayor que la nuestra (aunque insuficiente y la baja), como Francia o ciertos países escandinavos. —¿Esto es irreversible o no? —Aún es imposible saberlo. Llevamos solo unas décadas de baja natalidad, y se ha hecho poco o nada ante esto en países como España. —¿Sobrevivirá el capitalismo a esta dinámica demográfica? —Ni el capitalismo ni ningún otro sistema político o económico sobreviviría a la desaparición de la sociedad, te respondería Don Perogrullo. —¿Qué te parece el fenómeno de los ‘perrihijos’? —Si es un fenómeno masivo, y parece que lo va siendo, me da mucha pena que se stituyan los hijos por perros. —Qué le diría a una jovencita que dice que tener hijos es insostenible para el planeta. -Muy lindo. Primero, que es una idea acientífica, alarmista y antihumanista. Segundo, incluso si fuera cierto, que se aplica a los pagos con la población creciente, no a los españoles y europeos autóctonos, que menguamos con fuerza. Y tercero, que quien no tenga hijos por alarmismos infundados, muy probablee lo lamente de mayor, por el empobrecimiento afectivo que implicará para su propia vida.