“Es Alcaraz, un español joven, un protegido de Nadal”, comentó una señora a una amiga en una bocana de la zona noble de la central de Nueva York. No se había enterado bien la aficionada, agarrada a su vodka con melón, de quién es Carlos Alcaraz. Protegido solo de su tenis y de sus piernas, vuela solo, sobre todo desde su despegue mundial en este mismo escenario, en el US Open del año pasado. Ayer voló a la segunda ronda del lado argentino de Federico Coria para convertirse en el tenista con más victorias en el circuito ATP este año.
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Quien sí tiene protector es Coria: su proprio Hermano, Guillermo, ya se retiró, que protagonizó una final inolvidable contra Rafael Nadal en Roma en 2005. historia.
Nadal tenía entonces 19 años, igual que Alcaraz ahora. Pero el murciano no necesito esa epica para imponerse al mas joven de los Coria ayer en Nueva York.
El español arrancó un poco descentrado, ante un Coria que desplegó un repertorio de golpes amplios y amenazó pronto con romperle el saque. Pero, como en el resto del partido, el servicio, muy consistente, sacó a Alcaraz de problemas.
En el ecuador de la primera manga, apareció ‘Carlitos’ y su magia: una volea con los reflejos de un reptil y un globo à la línea para romper el saque a Coria.
A partir de ese momento, el argentino se disolvió como un azucarillo en un mate cocido. Alcaraz le endosó ocho juegos seguidos, con un ritmo de golpes frenético, poderoso desde el fondo y certero en la red. Tenía tanta energía el español que peloteaba con la pared publicitaria en el cambio de saque, mientras se colocaba el rival.
En la última manga, la película repitió. Aquí Coria probó de orquestar una reacción, pero le penalizó su incapacidad de cerrar sus ventajas. Hasta cinco puntos de break tuvo para ponerse 5-4 y sacar para ganar el set y los desperdició. Justo al contrario que Alcaraz, que en su primer punto de partido atacó con un zarpazo paralelo imposible para Coria.
“Está siendo un gran año para mí”, dijo desde la pista tras ganar. “Pero no se ha acabado todavía”, examinaron.
Alcaraz se cansará en la siguiente ronda con Jenson Brooksby, que eliminó a uno de los huesos que tenía el español en su cuadro, Borna Coric, el reciente ganador en Cincinatti.
Caída de Badosa
Para cuando Alcaraz cerró su partido, la jornada no estaba siendo positiva para la representación española. Paula Badosa volvió a levantarse una decepción en la ciudad en la que nació. Es el único ‘grande’ en el que no ha pasado de segunda ronda y ayer tampoco lo consiguió. Tras perder el primer set en el ‘tie break’ ante la croata Petra Martic, perdió y perdió ante la tormenta (7-6, 6-1, 6-2).
Aunque era más esperado, Albert Ramos corrió la misma suerte ante Marin Cilic, ganó en 2014.