Después de las elecciones en Castilla y León, Vox es uno de los temas ineludibles de la conversación política. Bueno, antes de la guerra del PP. Aunque no encontró estudios específicos sobre qué han votado los católicos en esa comunidad, del cruce de resultados de la encuesta del CIS estudio postelectoral de mayo del 2019, de la de enero de 2022, de la de tendencias de voto de la Comunidad de Castilla y León, enero 2022, y de los resultados del voto el pasado domingo, se podrían hacer algunas afirmaciones que, en términos generales, coinciden con ciertas percepciones comunes. Evite al lector los detalles técnicos de relación y extrapolación.
Hay que aclarar, para hacernos una idea sobre como se
declaran religiosamente los españoles, que, según la encuesta del CIS de enero de 2022 –la única de esta materia-, el 18, 9% de la población española declara católico practicante; el 38,7% católico no practicante; el 2,8% creyente de otra religión; el 10,6% agnóstico (no niegan la existencia de Dios pero tampoco la descartan); el 13,2% indiferente, no creyente; el 13,9% ateo; 1,8% no saben o no contestan.
El CIS se ha suscrito para ratificar la tendencia de cierta estabilidad en los católicos practicantes, la bajada leve de los católicos no practicantes y la subida, también limitada, de los agnósticos y ateos. No ocurre así en todas las franjas de edad. Los católicos, a la hora del voto, siguen siendo plurales, pero se perciben un ligero aumento de católicos que pasan de votar al PP a VOX. Cuanto mayor es la practica de los catolicos en determinadas provincias de Castilla y Leon mayor es el aumento en la proporcion de votos a VOX. Está claro que el voto católico de derechas sigue siendo mayoritario del PP, ¿hasta cuándo? ¿Tendrá que ver esto con líderes que no esconden su fe y hace defensa política de lo que Benedicto XVI señaló los principios no negociables? ¿Se están enterando los que se tienen que enterar, dentro y fuera de la Iglesia, de cómo se asienta cierto catolicismo político?
